Hoy en el espacio de arte Ra del Rey, galería cooperativa de artistas, se inaugura exposición del artista valenciano Josep Basset.
Basset es un polifacético hombre de arte. Escultor, dibujante, pintor, su obra es una constante reflexión con el entorno, con el mundo que le rodea. Poeta y escritor se interroga sobre la cultura de los objetos y se siente obligado a ejercer una especie de apostolado a favor de la recuperación y el reciclaje de materiales perdidos y abandonados.
En el caso de la exposición que ahora nos presenta sus objetos no son otros que una larga colección de fotos familiares abandonadas en un vertedero de basuras incontrolado y recuperadas a través del tratamiento del dibujo en tintas chinas y rotuladores.
A veces la foto encontrada conserva trazos, señales muy completas del original. En otras muchas las inclemencias del tiempo, la incuria de una mala conservación o las huellas del abandono apenas permitían observar las trazas del objeto original. Siendo la fotografía la réplica de la realidad cuando el tiempo y la atmósfera operan sobre el papel puede que el resultado sea la creación de nuevas variables, de nuevas realidades. Si el artista se inspira en ellas, interpreta lo que cada instantánea le dicta y opera con sus plumas y pinceles sobre las mismas el resultado es una obra de arte. Cada una de ellas diferente y al mismo tiempo reconocibles. Tal como lo fueron los originales que no pretendían sino congelar momentos de la vida de familias. Como escribe el mismo Basset "miles de fotografías analógicas con los colores familiares mostrando la ternura de hijos risueños y donde en el anverso, aún limpio, se leían las fechas escritas del álbum familiar. Fotos adolescentes tostando su desnudez sobre la hierba nueva. Fotos de madres, padres y amigos, degustando espacios estivales".
Estado en el que Josep Basset encontró los materiales que hoy nos presenta reciclados |
Aquel valor primitivo de las fotos era de imposible recuperación. El artista simplemente ha suplantado la huella del tiempo, el deterioro del abandono. Y ha recreado una nueva sentimentalidad. Aspira el artista a que aquellos papeles sucios, machacados por el sol y la humedad, puedan permanecer entre nosotros "hasta que el tiempo amole la podedumbre o que otros, manteniendo el viejo instinto de salvar la estima, los recojan para introducirlos otra vez en las cajas de cartón de los recuerdos apilados."
Hasta el 26 de marzo los tienes a la vista en la calle de la Reina. Si tienes un rato pasa por allí y detente ante esta magnífica obra. Puede que te interese conservar alguna de esas fotos para alimentar tus propios recuerdos. Al fin y al cabo todas las fotos familiares felices se parecen entre si. El artista, aleccionado por Tolstoi, solo ha hecho dotarlas de esa infelicidad que las hace distintas y diferentes entre si.
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