27 de febrero de 2006

Los fantasmas del Cine Fuencarral


El Ángel de Olavide desvela el misterio de las caras del Cine Fuencarral

Madrid ya tiene sus caras de Belmez. Estos días sobre la medianera que ha quedado libre desde el derribo del Cine Fuencarral, en Madrid, están apareciendo unas misteriosas caras que día a día resultan más nítidas. El cine Fuencarral ha desaparecido bajo la piqueta de la especulación inmobiliaria. Aquel teatro que recordaba Haro Tecglen de los años de la guerra civil, aquella enorme sala de cine de estreno quedaba reducida a solar y emergía la medianera de la pared vecina, de ladrillo. Desde el principio se sabe que sobre el solar se construiría un edificio de viviendas. De repente unas caras, que algunos dicen reconocer, aparecen difuminadas sobre la pared. Surgen otros tipos de especulación: ¿Quiénes son? ¿A quien pertenecen las caras? ¿Es una obra humana? ¿Un fenómeno paranormal?

El Ángel de Olavide tiene la respuesta:


Jorge Rguez Gerada
es un “urban artist” cubano-neoyorquino de ascendientes gallegos españoles. Viene realizando por Europa y América una serie de actuaciones sobre grandes lienzos de muro que titula Identity Series. Pretende humanizar el cambiante rostro físico de las ciudades. Su obra es un testimonio, bien que efímero, sobre la naturaleza inhumana de las ciudades y sobre la necesidad de dotarlas de una personalidad.

¿A quien me recuerdan estos rostros? Estoy seguro de haberlos visto por la calle.

23 de febrero de 2006

Historia de una foto



Hice esta foto en Girona y me preguntaba quienes serian estos personajes. Mi amigo montevideano Sergio, que ha vivido muchos años en Alemania, al verla me mandó este texto:

“Tengo una pregunta: ¿los dos hombres que atraviesan el puente vestidos con
trajes negros y sombrero, son de alguna comarca española? Mi pregunta viene
porque sus vestiduras se parecen al traje típico de los alemanes del sur que
se reciben de carpinteros, y que según la tradición, se visten y salen a
recorrer Europa.”

Mi contestación

“La verdad es que no se si son alemanes. Yo me imaginé que eran
miembros de alguna organizacion tipo amish por las vestimentas. Pero
ahora con tu comentario podré contar que se trata de miembros de una
cofradia de carpinteros alemanes. Aqui tienes un primer plano de estas
personas. Ya me diras, creo que el primero es algo talludito pero
claro en los gremios antiguos la maestria se alcanzaba muy tarde.
Vaya ojo que tienes¡¡¡
La escena esta tomada en un puente de Gerona. Atraviesa desde la parte
vieja, donde está la judería hasta la moderna. Tambien pensé que
podria tratarse de visitantes hebreos de CentroEuropa por lo de la
judería y el museo judio que existe en ella. El barrio llamado call
conserva la estructura de la edad media. Junto con Toledo, Hervás,
Cordoba y otras pocas ciudades forma parte del recorrido sentimental
de los judios cuando vienen por España a recordar la vieja Sefarad.”

Y esto es lo que me devuelve Sergio

“Pues sí. Fíjate que con tus cuentos has picaneado mis dudas, y como temía
que por mi culpa pasaras vergüenza frente a tus amistades, me decidí a
navegar.
Si bien el tipo racial me daba alemán y la vestimenta no es igual a la de
los judíos que compraron un frigorífico en mi pueblo, pensé que de repente
podía estar equivocado, máxime cuando quien me indicó esto fue una alemana
no muy despierta, en ocasión de mi primer viaje en 1985.
Aquí debajo están las vestimentas de una tienda que se especializa en ropas
de cofradías: Zunftkleidung. Podrás apreciar que es la misma que portan los
de la foto.
Noblesse oblige: con excepción de los carpinteros, nunca vi a gente de otras
cofradías con esta vestimenta (aparentemente, la ropa es prácticamente la
misma, y se diferencian por los accesorios. Así por ejemplo, los tejadores
se identifican por dos martillos cruzados, los albañiles por la clásica
escuadra con martillo y compás, etc.). Aquí debajo hablan de Bötticher, y
eso es tonelero y no carpintero (Schreiner). Pero puedes creerme que tanto
los tejadores, como los albañiles -y estoy seguro que los pocos toneleros
que han de haber- actualmente no se visten de este modo. Tengo toda la
impresión que es una tradición que ha quedado reducida a los carpinteros,
pues éstos siguen manteniendo la costumbre de la recorrida (Wanderung), cosa que no ocurre con los demás. Es posible que todavía queden viejos o no tan viejos en pequeños pueblitos que sigan usando esta ropa, como las clásicas vestimentas de la Selva Negra o de Bavaria, que con excepción de los días festivos, se ve muy escasamente en el uso diario. Tal vez tengas entre tus amistades a alguien más germanófilo que yo y que te pueda dar más detalles (o corregir los míos), pero de todos modos, ya puedes lucirte con toda
propiedad acerca de los extraños personajes que tu ojo curioso ha sabido
captar :o)”

Hasta aquí la pequeña historia de una foto.

ACTUALIZACIÓN
En Febrero de 2008 Sergio me manda un artículo y unas fotos de carpinteros alemanes que practican el mismo tipo de peregrinación. Cuentan, no parecen ser los mismos, su forma de entender el oficio y de aprender de los viajes.

Pincha en este texto

20 de febrero de 2006

Los papeles del barrio de Salamanca


La abuela de Isabel, Concha Ybars, era catalana, nacida en Aitona, Lérida. Vivió y murió en Madrid, en la calle Alcalá, en el barrio de Salamanca. La semana pasada entregamos al alcalde de Aitona unos papeles que ella conservaba. Esta es la historia de lo que nosotros llamamos nuestros papeles de Salamanca-del barrio de Salamanca.

Revisando viejos papeles de familia, en concreto los pertenecientes a su abuela Concepción Ybars, que era hija de Daniel Ybars- natural de Aytona- Isabel encontró un viejo manuscrito, fechado el 18 de Noviembre de 1837 dirigido por el Coronel Gobernador de la plaza de Monzón al Alcalde Constitucional de la Villa de Aytona.
Es una especie de oficio en el que el gobernador previene al Alcalde de Aytona de la existencia de facciones que desde ese pueblo están invadiendo la Ribera del Cinca y atacando a las tropas de la "Reyna que estaban en Osso". A lo largo de varios párrafos parece advertirse un tono de reproche y de advertencia sobre la lealtad del alcalde. Nos imaginamos que se trata de un episodio de la primera guerra carlista y que puede tener su valor histórico. No sabemos las razones por las que ese papel se encontraba entre las pertenencias de Concha Ybars que falleció ya muy mayor en el año 1989. Su padre Daniel, posiblemente nacido en 1871 en Aytona- nomenclatura que se usaba entonces- era hijo de Juan Ybars, también natural de Aytona que a su vez era hijo de Isidro Ybars, posiblemente también natural de la misma villa. Eso lo sabemos por papeles tipo partidas de bautismo y anotaciones que también han aparecido.Nos hemos encontrado con cientos de cartas, postales, fotografías y documentos privados, muchos de ellos en catalán que van desde finales de siglo XIX hasta finales del XX. Nunca hasta ahora habíamos podido clasificar todos esos papeles. También ha aparecido otro documento manuscrito de 1823, posiblemente privado y perteneciente a la familia Ybars- se cita a un tal José Ybars- en el que aparecen como relaciones de cosas recibidas o entregadas al ayuntamiento en concepto de contribuciones. El documento tiene como títulos "Estado que manifiesta de lo que ha recibido Agustín Gimeno Regidor que fue en los meses de Agosto,Setiembre, octubre de 1823" y "Estado de lo que manifiesta de lo que a satisfecho Agustín Gimeno Regidor que fue en los meses de Julio, Agosto. Setiembre y octubre de 1823 a las tropas Realistas y -ilegible- A saber". Son como partidas contables en las que se habla de trigo, cebada, vinos etc. y se cita a vecinos particulares. Está firmado por varias personas tales como Domingo Gomez, Regidor segundo y Juan Agusti ?sindico?. Tiene un sello ovalado con cuatro campos, dos con la cuatribarrada y otros dos con seis círculos.

9 de febrero de 2006

Robinson Crusoe en la ciudad


Va por la vida con dos o tres carros del super. Bolsas, maletas rotas, mantas sucias. No habla con nadie pero sabe escuchar. Nunca pide dinero a nadie. Alguna vecina le ofrece bocadillos. En ocasiones se le ve compartiendo un plato desechable con pollo asado con un colega que parece Viernes. Me contaron su historia. Dicen los asistentes municipales que padece el síndrome de Diógenes. Su madre falleció y no tiene familia. Tiene la mirada perdida, nunca parece atento al caos que le circunda. Pero vigila sus pobres propiedades como si fueran el mayor tesoro del mundo. Va curioso dentro de lo que cabe. Le he visto asearse en los baños del centro de salud del barrio. Suele tener algún amigo tan huidizo como él. De día en día se le ve acumular mas y mas bolsas llenas de sabe dios qué. El ciclo termina abruptamente cuando los servicios de limpieza le retiran toda la miseria en un descuido. Vuelve a empezar de nuevo a acumular. Todo es un continuo naufragar en su vida. Pero él es Robinson Crusoe.

1 de febrero de 2006

Un día en Olavide


7 de la mañana

Doña Silvia pasea a su caniche y no se atreve a soltarle por temor a los grandes perros de la plaza. Una asistenta dominicana se apresura para llegar a tiempo a casa del Señor Miguel. Diego ha abierto la panadería hace ya rato.

9 de la mañana

Arturo vuelve de desayunar del Brillante. Ha comprado El Pais en el quiosco de Mariano. En la puerta del BOE unos funcionarios, siempre son los mismos, fuman ávidamente el primer cigarrillo de la mañana. Hace frío. Se estiran las mangas compulsivamente.

12 de la mañana

Ya hay cola en el DIA de la calle Trafalgar. Los polacos empiezan a discutir sin apenas dar voces. Que distintos son los borrachos polacos de los españoles.

Los empleados de jardines recogen las bolsas verdes. Una chica con pinta de extranjera toma el sol. En su MP3 brillan muchas lucecitas.

3 de la tarde

Los oficinistas de Tabacalera trotan de vuelta al trabajo después de tomarse el menú del día en Hermandades. Ya saben que es el sitio mas barato del barrio.

5 de la tarde

El chirrido del columpio despierta a Doña Justa de su siesta. Todas las tardes lo mismo. Que ruido hacen estos chicos. No irán al colegio, claro. La madre corre tras el niño con el bocadillo en la mano. El niño está gordo y rozagante.

7 de la tarde

Ya es de noche. Prisas en las tiendas y calma en los bares. En el Maracaná Silvia y su amiga hablan del hijoputa del encargado de la tienda. Santiago las mira con discreción. En el Méntrida dos viejecitos hacen cuentas en una servilleta.

9 de la noche.

Otra vez los perros ladran. Doña Silvia sigue con su caniche bien amarradito. No sea que me lo desgracien. Lucía vuelve de la Escuela de Agrónomos. Siempre acelerada.

11 de la noche

Otra vez el Samur. Don Arturo se asoma al balcón. Nada. Parece que se han perdido.

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