28 de mayo de 2010

De huelgas generales y otros fenómenos lunares



Hace ya mucho tiempo que se hablaba de un concepto llamado “nuevo orden económico internacional”. Hoy se habla de la reforma del sistema financiero internacional. En el alcance y la sutileza de las palabras radica muchas veces el entendimiento de las cosas. Eso es algo que se sabe desde que Alicia viajó al País de las Maravillas.

Otro concepto viejo ya lo inventó el Club de Roma hace mas de treinta años: crecimiento cero. Estábamos entonces en los compases medios de la crisis del petróleo de la década de los 70. Hoy, por medio la catástrofe del Golfo de México, las fuerzas que dirigen el sistema apenas pueden sacar adelante un programa de lucha contra el cambio climático como se pudo observar en Copenhague. Los que hablan de conceptos inspirados en las tesis del crecimiento cero apenas son escuchados en los foros internacionales.

Quiero decir que mientras el mundo asiste a una crisis tremenda que está poniendo en cuestión el mismo modelo de desarrollo las respuestas políticas que se nos ofrecen no pasan de ser irrisorias. La ciencia ecológica ha conseguido un desarrollo insospechado que nos permite asegurar el enorme riesgo climático que el planeta sufre y la repuesta que da la política es incentivar el desarrollo de nuevas energías renovables exclusivamente desde la óptica de los negocios: la famosa economía verde. La globalidad ha creado nuevos fenómenos económicos y ha desquiciado los equilibrios demográficos, sociales y políticos de gran parte del mundo y, sin embargo, la respuesta del G20 es la inacción, el cruce de miradas con los sectores financieros y la propuesta de medidas de bajo perfil que además nunca llegan.

¿Qué decir de unos mercados financieros que ahora se atreven a poner en cuestión a los sectores públicos de Europa y que imponen políticas de contención del gasto social aún a riesgo de sofocar el posible crecimiento de los países o de llevar a los estados a la misma quiebra fiscal?

Puede que las cosas fuesen menos preocupantes si las opiniones públicas de nuestros países estuvieran mas movilizadas y en tensión ante los retos y los problemas de alcance. Pero veo con cierta desesperación que se habla de huelga general en base a una posible reforma de los mercados de trabajo. Pasan delante de nuestros ojos crisis fiscales, climáticas, energéticas, monetarias, sociales y financieras de un alcance terrible y nosotros nos movilizamos para evitar que el despido de los nuevos contratos laborales se pague a 33 días en vez de a 45. Me parece de una miseria preocupante. Hay razones para convocar huelgas generales y posiblemente hasta de hambre universal para todos los días del año, aunque solo sea para decir a los gobernantes del mundo que queremos reformas globales, que no consideramos razonable ni justo ni con futuro salvar la cara a tanto banquero depredador y que queremos un orden económico que ponga coto a tantos desmanes como los que estamos viendo. Que no nos parece razonable enterarnos por los periódicos de los millonarios fondos de pensiones de los directivos bancarios españoles mientras se congelan las pensiones. Que no nos parece de recibo ver como cuatro desalmados se forran en una bolsa de valores que parece el patio de Monipodio y que nuestras Cajas de Ahorro dediquen sus mejores recursos a salvaguardar los patrimonios inmobiliarios de las grandes empresas del sector y ponen en riesgo el futuro de las pequeñas empresas negándoles el crédito para sus operaciones y que encima luego tenga que ser el Banco de España el que con nuestros impuestos acuda a su rescate.

Hoy ya sabemos que los españoles vamos a tener que pagar por tantos años de burbuja inmobiliaria, por tanto derroche energético, por tantos kilómetros de autovía y de redes de alta velocidad y por nuestras locuras de nuevos ricos. De acuerdo. Paguemos el precio. Pero pagar el precio supone: entender como elevamos la productividad del factor trabajo y responder por ello a fenómenos como el alto absentismo laboral que “disfrutamos”. Implica dar una respuesta a las altas tasas de fracaso escolar. Significa olvidarnos durante muchos años de la cultura del pelotazo inmobiliario. Pagar el precio quiere decir consumir más inteligentemente y no gastar a tontas y a locas en tanta subvención pública de cosas tan absurdas como las fiestas de las tapas, semanas gastronómicas, exaltaciones de los guisos populares, romerías y festejos de tantas advocaciones marianas. Significa dejar los coches oficiales reducidos a la mínima expresión y anular de golpe todos los banquetes y los actos oficiales ligados a meriendas, cocteles y guateques. Significa ir por el mundo llevando una imagen de la España sobria, de la inteligencia y del arte, y no dedicar tantos recursos, tantas horas de televisión a deportistas o a cocineros- con todos los respetos-.

Significa por último que cuando se nos convoque a una cosa tan seria como una huelga general los convocantes sepan medir el impacto y la proporción de las cosas.

He dicho. Como decían los inolvidables Tip y Coll: la semana que viene hablaremos del gobierno.

Este fin de semana la musiquita que acompaña este discurso que les he largado tiene una pequeña pretensión: poner un poquito de calma en nuestra vida. Le he dado vueltas a que cosa programar. ¿Qué les parece para estos días de luna llena el Claro de Luna de Debussy?


22 de mayo de 2010

Un discurso político para enmarcar del Presidente de Uruguay José Mujica.

Foto con licencia CC procedente de la colección n i f - Calidad, no cantidad en Flickr


El día que algún político español, que digo español, europeo por ejemplo suelte un discurso como éste empezaré a creer que nuestros problemas tienen solución. No se lo pierdan. Sobre todo ese párrafo en el que Mujica-sin acento en la u- dice "podemos pensar en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la calefacción. Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades más maduras" o cuando explica "necesitamos un tipo de cultura que se propague en el aire, entre en los hogares, se cuele en las cocinas y esté hasta en el cuarto de baño. Cuando se consigue eso, se ganó el partido casi para siempre. Porque se quiebra la ignorancia esencial que hace débiles a muchos, una generación tras otra" o....mejor se lo leen y luego me comentan.

Queridos amigos: La vida ha sido extraordinariamente generosa conmigo. Me ha dado un sin fín de satisfacciones más allá de lo que nunca me hubiera atrevido a soñar. Casi todas son inmerecidas. Pero ninguna más que la de hoy: encontrarme ahora aquí, en el corazón de la democracia uruguaya, rodeado de cientos de cabezas pensantes. ¡ Cabezas pensantes! A diestra y siniestra. Cabezas pensantes a troche y moche, cabezas pensantes pa’ tirar pa’ arriba. ¿ Se acuerdan de Rico Mac Pato, aquel tío millonario del pato Donald que nadaba en una piscina llena de billetes? El tipo había desarrollado una sensualidad física por el dinero. Me gusta pensarme como alguien que le gusta darse baños en piscinas llenas de inteligencia ajena, de cultura ajena, de sabiduría ajena. Cuanto más ajena, mejor. Cuanto menos coincide con mis pequeños saberes, mejor. El semanario BÚSQUEDA tiene una hermosa frase que usa como insignia: “Lo que digo no lo digo como hombre sabedor, sino buscando junto con vosotros”. Por una vez estamos de acuerdo. ¡Si estaremos de acuerdo! Lo que digo, no lo digo como chacarero sabiondo, ni como payador leído, lo digo buscando con ustedes. Lo digo, buscando, porque sólo los ignorantes creen que la verdad es definitiva y maciza, cuando apenas es provisoria y gelatinosa. Hay que buscarla porque anda corriendo de escondite en escondite. Y pobre del que emprenda en soledad esta cacería. Hay que hacerlo con ustedes, con los que han hecho del trabajo intelectual la razón de su vida. Con los que están aquí y con los muchos más que no están. DE TODAS LAS DISCIPLINAS Si miran para el costado van a encontrar seguramente algunas caras conocidas porque se trata de gente que se desempeña en espacios de trabajo afines. Pero van a encontrar muchas más caras que les son desconocidas, porque la regla de esta convocatoria ha sido la heterogeneidad. Aquí están los que se dedican a trabajar con átomos y moléculas y los que se dedican a estudiar las reglas de la producción y el intercambio en la sociedad. Hay gente de las ciencias básicas y de su casi antípoda, las ciencias sociales; gente de la biología y del teatro, y de la música, de la educación, del derecho y del carnaval. Y en tren de que no falte nada, hay gente de la economía, de la macro economía, de la micro economía, de la economía comparada y hasta alguno de la economía doméstica. Todas cabezas pensantes, pero que piensan en distintas cosas y pueden contribuir desde sus distintas disciplinas a mejorar este país. Y mejorar este país significa muchas cosas, pero desde los acentos que queremos para esta jornada, mejorar el país significa empujar los complejos procesos que multipliquen por mil el poderío intelectual que aquí está reunido. Mejorar el país, significa que dentro de veinte años, para un acto como este no alcance el Estadio Centenario, porque al Uruguay le salen ingenieros, filósofos y artistas hasta por las orejas. No es que queramos un país que bata los récords mundiales por el puro placer de hacerlo. Es porque está demostrado que, una vez que la inteligencia adquiere un cierto grado de concentración en una sociedad, se hace contagiosa. INTELIGENCIA DISTRIBUIDA Si un día llenamos estadios de gente formada va a ser porque afuera, en la sociedad, hay cientos de miles de uruguayos que han cultivado su capacidad de pensar. La inteligencia que le rinde a un país es la inteligencia distribuida. Es la que no está sólo guardada en los laboratorios o las universidades, sino la que anda por la calle. La inteligencia que se usa para sembrar, para tornear, para manejar un autoelevador o para programar una computadora. Para cocinar, para atender bien a un turista, es la misma inteligencia. Unos subirán más escalones que otros, pero es la misma escalera. Y los peldaños de abajo son los mismos para la física nuclear que para el manejo de un campo. Para todo se precisa la misma mirada curiosa, hambrienta de conocimiento y muy inconformista. Se termina sabiendo, porque antes supimos estar incómodos por no saber. Aprendemos porque tenemos picazón y eso se adquiere por contagio cultural, casi cuando abrimos los ojos al mundo. Sueño con un país en el que los padres le muestren el pasto a los hijos chicos y le digan: “¿Sabés qué es eso?, es una planta procesadora de la energía del sol y de los minerales de la tierra”. O que les muestren el cielo estrellado y hagan piecito en ese espectáculo para hacerlos pensar en los cuerpos celestes, en la velocidad de la luz y en la transmisión de las ondas. Y no se preocupen, que esos uruguayos chicos igual van a seguir jugando al fútbol. Sólo que, en una de esas, mientras ven picar la pelota puedan pensar a la vez en la elasticidad de los materiales que la hacen rebotar. CAPACIDAD DE INTERROGARSE Había un dicho: “No le des pescado a un niño, enséñale a pescar”. Hoy deberíamos decir: “No le des un dato al niño, enséñale a pensar”. Tal como vamos, los depósitos de conocimiento no van a estar más dentro de nuestras cabezas, sino ahí afuera, disponibles para buscarlos por Internet. Ahí va a estar toda la información, todos los datos, todo lo que ya se sabe. En otras palabras, van a estar todas las respuestas. Lo que no van a estar son todas las preguntas. En la capacidad de interrogarse va a estar la cosa. En la capacidad de formular preguntas fecundas, que disparen nuevos esfuerzos de investigación y aprendizaje. Y eso está allá abajo, marcado casi en el hueso de nuestra cabeza, tan hondo que casi no tenemos conciencia. Simplemente aprendemos a mirar el mundo con un signo de interrogación, y esa se vuelve la manera natural de mirar el mundo. Se adquiere temprano y nos acompaña toda la vida. Y sobre todo, queridos amigos, se contagia. En todos los tiempos, han sido ustedes, los que se dedican a la actividad intelectual, los encargados de desparramar la semilla. O para decirlo con palabras que nos son muy queridas: ustedes han sido los encargados de encender la admirable alarma. Por favor, vayan y contagien. ¡ No perdonen a nadie! Necesitamos un tipo de cultura que se propague en el aire, entre en los hogares, se cuele en las cocinas y esté hasta en el cuarto de baño. Cuando se consigue eso, se ganó el partido casi para siempre. Porque se quiebra la ignorancia esencial que hace débiles a muchos, una generación tras otra. EL CONOCIMIENTO ES PLACER Necesitamos masificar la inteligencia, primero que nada para hacernos productores más potentes. Y eso es casi una cuestión de supervivencia. Pero en esta vida, no se trata sólo de producir: también hay que disfrutar. Ustedes saben mejor que nadie que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer. Dicen que la gente que trota por la rambla, llega un punto en el que entra en una especie de éxtasis donde ya no existe el cansancio y sólo queda el placer. Creo que con el conocimiento y la cultura pasa lo mismo. Llega un punto donde estudiar, o investigar, o aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute. ¡Qué bueno sería que estos manjares estuvieran a disposición de mucha gente! Qué bueno sería, si en la canasta de la calidad de la vida que el Uruguay puede ofrecer a su gente, hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales. No porque sea elegante sino porque es placentero. Porque se disfruta, con la misma intensidad con la que se puede disfrutar un plato de tallarines. ¡No hay una lista obligatoria de las cosas que nos hacen felices! Algunos pueden pensar que el mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers. En ese mundo la gente es feliz porque todos pueden salir llenos de bolsas de ropa nueva y de cajas de electrodomésticos…No tengo nada contra esa visión, sólo digo que no es la única posible. Digo que también podemos pensar en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la calefacción. Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades más maduras. Vayan a Holanda y vean las ciudades repletas de bicicletas. Allí se van a dar cuenta de que el consumismo no es la elección de la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y los frívolos. Los holandeses andan en bicicleta, las usan para ir a trabajar pero también para ir a los conciertos o a los parques. Porque han llegado a un nivel en el que su felicidad cotidiana se alimenta tanto de consumos materiales como intelectuales. Así que amigos, vayan y contagien el placer por el conocimiento. En paralelo, mi modesta contribución va a ser tratar de que los uruguayos anden de bicicleteada en bicicleteada… INCONFORMISMO Les pedía antes que contagien la mirada curiosa del mundo, que está en el ADN del trabajo intelectual. Y ahora agrando el pedido y les ruego que contagien inconformismo. Estoy convencido que este país necesita una nueva epidemia de inconformismo como la que los intelectuales generaron décadas atrás. En el Uruguay, los que estamos en el espacio político de la izquierda somos hijos o sobrinos de aquel semanario Marcha del gran Carlos Quijano. Aquella generación de intelectuales se había impuesto a sí misma la tarea de ser la conciencia crítica de la nación. Anduvieron con alfileres en la mano pinchando globos y desinflando mitos. Sobre todo el mito del Uruguay multicampeón. Campeón de la cultura, de la educación, del desarrollo social y de la democracia. ¡ Qué íbamos a ser campeones de nada! Y menos en esos años, en las décadas de los cincuenta y sesenta, donde el único récord que supimos conseguir fue la del país de Latinoamérica que menos creció en veinte años. Sólo nos superó Haití en ese ranking. Esos intelectuales ayudaron a demoler aquel Uruguay de la siesta conformista. Con todos sus defectos, preferimos esta etapa, donde estamos más humildes y ubicados en la real estatura que tenemos en el mundo. Pero tenemos que recuperar aquel inconformismo y tratar de metérselo debajo de la piel al Uruguay entero. Antes les decía que la inteligencia que le sirve a un país es la inteligencia distribuida. Ahora les digo que el inconformismo que le sirve a un país es el inconformismo distribuido. El que ha invadido la vida de todos los días y nos empuja a preguntarnos si lo que estoy haciendo no se puede hacer mejor. El inconformismo está en la naturaleza misma del trabajo que ustedes hacen. Se precisa que se nos haga a todos una segunda naturaleza. Una cultura del inconformismo es la que no nos deja parar hasta conseguir más kilos por hectárea de trigo o más litros por vaca lechera. Todo, absolutamente todo, se puede hacer hoy un poco mejor que ayer. Desde tender la cama de un hotel a matrizar un circuito integrado. Necesitamos una epidemia de inconformismo. Y eso también es cultural, eso también se irradia desde el centro intelectual de la sociedad a su periferia. Es el inconformismo el que ha ganado el respeto a pequeñas sociedades y a lo que hacen. Ahí andan los suizos, cuatro gatos locos como nosotros, que se dan el lujo de andar por ahí vendiendo calidad suiza o precisión suiza. Yo diría que lo que de verdad venden es inteligencia e inconformismo suizos, ese que tienen desparramado por toda la sociedad. LA EDUCACION ES EL CAMINO Y amigos, el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación. Y mire que es un puente largo y difícil de cruzar. Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo. Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas. Pero hay que hacerlo. Se lo debemos a nuestros hijos y nietos. Y hay que hacerlo ahora, cuando todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento. Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite. Después resultó que en mi televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo desde Estados Unidos, España e Italia. Después los celulares y después la computadora, que al principio sólo servía para procesar números. Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta. Pero ahora con Internet se me agotó la capacidad de sorpresa. Me siento como aquellos humanos que vieron una rueda por primera vez. O como los que vieron el fuego por primera vez. Uno siente que le tocó en suerte vivir un hito en la historia. Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas las revistas científicas y todos los libros del mundo. Y probablemente todas las películas y todas las músicas del mundo. Es abrumador. Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente. Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua. Lo conseguiremos si está sólida esa matriz intelectual de la que hablábamos antes. Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena. Es como una carrera en dos pistas, allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica. Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada. Y probablemente, inglés desde el preescolar en la enseñanza pública. Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo. No podemos estar afuera. No podemos dejar afuera a nuestros chiquilines. Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosión universal del conocimiento. Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica. Nos obliga a ir más lejos y más hondo en la educación. No hay tarea más grande delante de nosotros. EL IDEALISMO AL SERVICIO DEL ESTADO Queridos amigos, estuvimos en tiempos electorales. En benditos y malditos tiempos electorales. Malditos, porque nos ponen a pelear y a correr carreras entre nosotros. Benditos, porque nos permiten la convivencia civilizada. Y otra vez benditos, porque con todas sus imperfecciones, nos hacen dueños de nuestro destino. Aquí todos aprendimos que es preferible la peor democracia a la mejor dictadura. En los tiempos electorales, todos nos organizamos en grupos, fracciones y partidos, nos rodeamos de técnicos y profesionales, y desfilamos frente al soberano. Hay adrenalina y entusiasmo. Pero después, alguien gana y alguien pierde. Y eso no debería ser un drama. Con unos o con otros, la democracia uruguaya seguirá su camino e irá encontrando las fórmulas hacia el bienestar. Nos toque el lugar que nos toque, allí vamos a estar tratando de poner el hombro. Y estoy seguro de que ustedes también. La sociedad, el Estado y el Gobierno precisan de sus muchos talentos. Y precisan aún más de su actitud idealista. Los que estamos aquí, nos acercamos a la política para servir, NO para servirnos del Estado. La buena fe es nuestra única intransigencia. Casi todo lo demás es negociable. Gracias por acompañarme.-

21 de mayo de 2010

Una novela de Alfonso S. Palomares para el fin de semana



Si alguien conoce los entresijos de la prensa española es Alfonso S. Palomares. Director de periódicos y de agencias, periodista de artículo diario cuando ha tocado, Alfonso sabe quien es quien en la prensa española y atesora una buena cantidad de secretos de nuestra industria periodística.

Despues de una etapa que le llevó a dirigir la Casa de Galicia en Madrid ha tenido tiempo para escribir y dar a la prensa una novela a través de la cual nos adentra en el interior de las redacciones y los despachos del poder.

"Los laberintos del Espejo"
lleva por título. Publicado por Ediciones B se ha puesto a la venta esta misma semana.

En una entrevista servida por la agencia EFE es el mismo Alfonso quien nos cuenta de que va su novela:

“"Es un libro muy crítico sobre el periodismo canalla. Pero también es un divertimento sobre este lado oscuro de la profesión, sobre la parte donde la montaña da sombra. Y tengo que decir; que el periodismo tiene más partes de alabanzas que de desprecio, pero no hay que olvidar los importantes lados oscuros".

"Quiero dejar claro -continúa- que no hay ninguna similitud con la realidad. No hay reflejado ningún periodista concreto. Pero tampoco puedo impedir que la gente piense lo que quiera, porque en el fondo el lector contribuye a esta ficción y completa su propio relato".

Y concluye, "pero como nadie puede saltar fuera de su sombra. Mi sombra permanente es el periodismo y he vivido un periodismo magnífico y otro muy feo. Sólo quiero contribuir a tener una conciencia crítica y analítica sobre el periodismo canalla".

La cosa promete. Cuando la haya leido os contaré con mas detalle. Si, mientras tanto, algún amigo del blog se la lee antes que yo que nos deje aquí sus impresiones.

Como estamos a fin de semana procede incluir algún video musical para ilustrar. Se me ha ocurrido una pieza que trata sobre periodistas y que incluye una banda sonora muy brillante. The Insider, El Informante. La voz es la de Lisa Gerrard y la música de Peter Bourke.

20 de mayo de 2010

La mala vida en Madrid a principios del siglo XX




Todos los años aprovechando la celebración de la Feria del Libro Antiguo la Asociación de Libreros de Lance de Madrid publica en edición facsímil alguna joya literaria o ensayística olvidada en el fondo de las bibliotecas. Este año le ha tocado el turno al libro “La Mala Vida en Madrid”. Subtitulado “Estudio psico-sociológico con dibujos y fotograbados del natural”. Los autores son Constancio Bernaldo de Quirós y José María de Llanas Aguilaniedo.

El libro es una aproximación al mundo del hampa madrileño, de la prostitución y de la mendicidad desde perspectivas muy modernas para la época en la que se escribe- 1901. Las ciencias sociales iniciaban entonces en nuestro país un recorrido atípico. Muy dependientes de los criterios científicos de penalistas y criminólogos como Lombroso los autores tratan de identificar el origen de la delincuencia en aspectos directamente vinculados a las taras genéticas y a las condiciones sociales, culturales y políticas en las que esta se produce. Una pasión tremenda por la catalogación de todo tipo de medidas antropológicas, desde el tamaño y la forma del cráneo hasta la constitución física completa, sin olvido de datos referidos a la constitución sexual, unidos a una observación muy rica en detalles terminan por ofrecernos un fresco, una instantánea viva y multicolor de la vida social del Madrid de principios del XX.

Vemos desfilar a un carrusel de personajes típicos de la vida urbana madrileña. Prostitutas, delincuentes de toda laya, mendigos y parásitos sociales. A la vera de tales protagonistas del relato asistimos también al inframundo vital de los homosexuales de la época y a las formas de vida de una multitud de seres excluidos de la sociedad. El retrato de la vida en las cárceles, en los hospitales y en los barrios bajos supera a veces el colorido de los textos literarios de autores como Baroja o Galdós dedicados a la misma temática.

Todo el libro es un compendio enorme de historias truculentas, un catálogo de miserias y a la vez un esfuerzo de comprensión de la naturaleza de las cosas. Visto a la luz de los conocimientos antropológicos a los que hoy tenemos acceso a veces nos sonreiremos por la ingenuidad de los autores, otras veces nuestra atención nos llevará a llevarnos las manos a la cabeza por las barbaridades que dicen, por ejemplo a cuenta de la sexualidad, pero siempre encontraremos un hilo conductor del texto relacionado con el humanismo y con la pasión por la verdad que iluminaba el trabajo de Bernaldo de Quirós y de Llanas.

Libro muy recomendable cuya edición merece ser agradecida al gremio de los libreros de viejo de Madrid.


14 de mayo de 2010

Música para celebrar las fiestas de San Isidro



Mi amigo Francisco Torrents me ha dado una idea. Ha colocado en su blog un bonito chotis para celebrar, a su modo, las verbenas y las fiestas de Madrid. Yo he pensado que siendo mañana San Isidro el regalo musical de este fin de semana tenía que ser alguna pieza musical característica de nuestra ciudad.

Entre las muchas piezas musicales de posible elección me ha dado por recordar a un músico barroco italiano que vivió largos años componiendo e interpretando música en Madrid: Luigi Boccherini. Vivió en la calle de La Madera y en la plazuela de san Ginés. La pieza que coloco es el pasacalles de una hermosa obra titulada La musica notturna delle strade de Madrid.

Famosa pieza debido a su inclusión en la película Master and Commnader y en la cual el mismísimo Rusell Crowe ejecuta la pieza al violín- los primeros compases en pizzicato y luego con el arco.

Mañana y aprovechando que la Gran Via cumple su primer centenario el ayuntamiento ha preparado una especie de fiesta musical a lo largo de esa calle. La llaman en un prodigioso alarde de imaginación poética La Noche del Centenario.

Me hubiera gustado invitarles a chocolate con churros, precisamente de la chocolateria de San Ginés- justo donde vivió Boccherini. Por cierto, pásmense ustedes, la literaria chocolatería de San Ginés acaba de abrir sucursal en el lejano Tokio.

Les dejo, me voy a la Audiencia Nacional a silbar contra la suspensión del juez Garzón. Está claro que querian cobrarse venganza. Parece que lo han conseguido. Ahora que arrostren las consecuencias.

Viva San Isidro y viva el juez Garzón por el orden que ustedes prefieran.

12 de mayo de 2010

Estatuas vivientes en Madrid


Preparacion, originalmente cargada por zyberchema.

Parece que el ayuntamiento de Madrid está empeñado en restringir o regular la práctica de las estatuas vivientes. Esta mañana he visto algun que otro acercamiento de la policía municipal a determinados "artistas" del género instalados en la Plaza Mayor.

Puede que con la crisis y con las restricciones presupuestarias acabemos todos convertidos en estatuas malvivientes. Será todo un espectáculo ver las calles del centro de nuestra ciudad convertidas en una especie de galería de artistas del barro, del disfraz y de la quietud.

No me atrevo a precisar la fecha en la que este género ínfimo de arte urbano apareció en nuestras aceras. Posiblemente los primeros artistas fuesen actores parados. Recuerdo con especial cariño a un actor con gabardina y paraguas que representaba al peatón azotado por el viento. Su disciplina física y la caracterización eran soberbias. Últimamente se ve a muchos practicantes sin los mínimos recursos escénicos para ser llamados artistas. Mucho barro, mucho atrezzo, pero poca imaginación visual y estética.

Si el género viene a menos cualitativamente al tiempo que los artistas se multiplican tiendo a pensar que será el propio mercado- la caridad de los paseantes- el que determine la desaparición o la mengua del espectáculo.

Creo que el ayuntamiento mejor haría absteniéndose de intervenir en la materia. Para mi es mucho mas sangrante la abundancia de señores y señoras con chalecos reflectantes- son multitudes- que se dedican al deporte de la caza y captura de incautos para que acudan a las casas de empeño a vender sus humildes joyas familiares. Ese espectáculo si que es verdaderamente lamentable.

Estoy leyendo estos días un apasionante libro sobre la mala vida en el Madrid de principios del siglo XX que acaba de reeditar la asociación de libreros de lance. Todos los años esa asociación, responsable de la organización de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión del Paseo de Recoletos, edita en facsimil alguna pieza literaria perdida en el fondo de nuestras bibliotecas. Este año le ha tocado ser rescatado al libro de Constancio Bernaldo de Quirós "La Mala Vida en Madrid". El retrato que hace de la multitud de vividores que llenaban las calles del Madrid de hace 100 años nos da una idea de como la ciudad, nuestra ciudad en este caso,ha sido siempre el espacio para que floreciesen cientos de "artes" menores.

Es tan interesante el libro que prometo poner algunas notas en los próximos días.

Por cierto, va a empezar el partido del Atético. A ver si ganamos.

Se admiten comentarios sobre las estatuas vivientes. Yo no acabo de tenerlo claro.

9 de mayo de 2010

Otra vez con los chicos de Dentro Fuera



Alguna vez he traido a estas páginas la experiencia de Dentro Fuera. De como un grupo de artistas entregan parte de su tiempo a dialogar y a experimentar con las personas de la calle recogidas en la residencia de la Fundación San Martin de Porres. De ese intercambio surgen productos de arte de un valor excepcional.

Como ya he tratado del tema y he hablado de sus protagonistas les invito a releer lo que ya publiqué en su momento. El caso es que la experiencia no ha sido flor de un día. Este año incluso han podido crear un catálogo en el que se hace un recuento de todas las sesiones y las prácticas celebradas y en si mismo un verdadero producto de arte.

El video de arriba es el acto de presentación del catálogo en la misma plaza de los Luna. Julio Jara y Tono Areán nos cuentan entre bromas y veras lo que ha dado de si el año transcurrido.

8 de mayo de 2010

Thomas Quasthoff. El arte de la superación.



Thomas Quasthoff es un bajo barítono alemán con una admirable carrera musical. Cantante de ópera, de oratorios y de lieder- impresiona su interpretación de la canción del caminante de Mhaler- es menos conocido por su faceta de cantante de jazz.

Tiene este hombre un valor añadido excepcional. Fue uno de los niños de la talidomida. No tuvo ocasión de ser admitido en el conservatorio de Hannnover por su minusvalia física y toda su formación la tuvo que desarrollar mediante un enorme esfuerzo autodidáctico.

Como regalo de fin de semana traigo aquí una interpretación llena de humor y mano a mano con el estupendo Bobby McFerrin.

Luego de ver el video aprovechen y vayan a Spotify para tener acceso a su discografía. Buen fin de semana.

7 de mayo de 2010

De arquitecturas parlamentarias y el overbooking inglés



El parlamento británico- Houses of Parliament- es una de las estampas mas turísticas de Londres. Aloja tanto a la cámara de los comunes como a la de los lores- de ahí el plural houses.

Su estilo gótico y el convencimiento que tiene la gente de que el Reino Unido es la democracia parlamentaria mas antigua del mundo provoca que algunas personas piensen que se trata de un edificio medieval. Pues no señores. Es mas o menos de la misma época, unos pocos años menos, que nuestro Congreso de los Diputados de la Carrera de San Jerónimo.

Resulta que el viejo palacio de Westminster se quemó en un pavoroso incendio- lo de pavoroso es un adjetivo que me encanta y que solo tiene utilidad para ilustrar a los sustativos flamígeros- y la Corona decidió dar al nuevo edificio parlamentario el toque imperial que solamente el gótico es capaz de representar. Es curioso, ahora me viene a la memoria, que lo mismo pensaron los húngaros a la hora de construir su parlamento nacional en Budapest. No se que tiene el gótico para inspirar fortaleza, poder e imperio.

Bueno, que no se me vaya la olla. La cosa es que a la hora de resolver la sala del plenario de los comunes el rey ofreció un gran terreno cercano al palacio de Buckingham. Pero alguien pensó, el Primer Ministro, que mejor que no fuese así. Mejor un salón estrecho, con dificultades incluso para alojar a los 650 miembros actuales de la cámara, que impidiese la presencia del público. No fuera a ser que en una de esas la gente les tocase los cataplines a los honorables miembros. Para justificar tamaño despropósito se sirvieron, como siempre hacen los hijos de la GB, del expediente de rendir homenaje a sus viejas tradiciones. En este caso la tradicion parlamentaria de haber celebrado siempre sus sesiones en la iglesia recien desaparecida de Westminster.

Hoy parece que el parlamento del Reino va a tener que contar hasta con el último voto para definir nuevo gobierno. Estarán los señores parlamentarios del común como sardinas en lata. No sería de extrañar que hasta la famosa torre del Big Ben y su reloj con carillón que reproduce el Mesiah de Hendel tuviesen que adaptarse como extensión de la sala de plenos. Sería un gran placer ver a algún diputado colgado de las manillas del reloj emulando a Harold Lloyd en el Hombre Mosca.

Mientras llega ese momento lo que nos vamos a divertir los continentales viendo como los ingleses, los galeses, los escoceses y en general todos los pueblos británicos resuelven su gobernabilidad a la vieja usanza de las coaliciones. Se admiten apuestas.

5 de mayo de 2010

Saltando a la comba en los campos de refugiados saharauis


forgotten people, originalmente cargada por stAn'97.

Mientras los tiburones financieros apuestan a favor del recorte de pensiones en Grecia ella salta a la comba. Si Brown, Clegg o Cameron se juegan el alquiler del número 10 de Downing Street en las elecciones de mañana es algo que a ella le resulta indiferente, sigue saltando a la comba. A ella lo que le preocupa, lo que la obliga a dejar de saltar es el grito de su madre, puede que de su tia si resulta que es huérfana, llamándola a acudir a la jaima a comer un plato de arroz. Allí escuchará los relatos de su abuelo. Los recuerdos de la tierra de sus ancestros. Ella solo ha visto el mar el año pasado en el viaje a España con los niños de la operación Vacaciones en Paz. No sabe si este año volverá a ser elegida.

Mientras el mundo da vueltas para encontrarse a si mismo ella salta a la comba.

1 de mayo de 2010

De sombreros, gorras y tocados.



Parece que es mas importante lo que llevamos los seres humanos sobre la cabeza que dentro de la cabeza. Me prometí hace tiempo dejar de escribir de cosas cansinas. Debe ser el síndrome del articulista. El miedo a repetirse. Hace tiempo que escribí sobre el famoso hiyab y el no menos popular, en Afganistán por lo menos, burka. De lo que escribí entonces no me arrepiento lo mas mínimo.

Hace unos meses estuve en la exposición dedicada a recuperar la memoria de una artista española: Maruja Mallo. La historia y la obra de Maruja es apasionante. Fue una adelantada a su tiempo. De alguna forma se la puede emparentar con el arte conceptual. Su propia vida era una constante performance. Fue la creadora de un movimiento llamado el sinsombrerismo. En la España de los años 20, tan creativa y brillante, un grupo de mujeres deciden manifestar su contrariedad con los usos y costumbres que las clases medias les asignaban. Una de sus provocaciones, inocente tenderíamos a pensar desde nuestra actual perspectiva, era la de renunciar al sombrero.

Cómo me gustaría que las niñas musulmanas decidiesen expresar también su rebeldía de esa manera, renunciando al empleo de una prenda como el pañuelo sobre la cabeza y no reinvindicando su uso. Pero por lo que se ve, y a la vista de los tremendos debates que nuestra aburrida sociedad dedica al tema, tal cosa resulta muy dificil. Mas bien al contrario, entiendo que una adolescente rebelde exprese su disconformidad con esa sociedad tan restrictiva, tan pacata, colocándose el pañuelo a guisa de identidad.

Veo constantemente a chicos y chicas que adornan sus cueros cabelludos con todo tipo de prendas. Pañuelos piratas, pañuelitos triangulares de campesina holandesa o cantante folklórica de los balcanes, gorras de todas las procedencias étnicas, lanudas y muticolores pañoletas rastas, forros polares, gorros de quirófano de serie USA y un largo ecétera. Interpreto que los jóvenes expresan así su disconformidad sobre el sinsombrerismo dominante de los mayores. Interpreto tambíen que los mayores vamos poco a poco recuperando el uso de los sombreros, nunca he visto a tantas personas con sus borsalinos en la cabeza. Puede que sea por los rigores climáticos, protegernos de tanto frio y tanto sol. O puede que la ola conservadora que nos invade sea la causante de ese fenómeno cultural. Ya se sabe que los rojos no usaban sombrero. Y ahora por lo que se ve toca ser de derechas. Y exigir la reforma laboral. Nunca he visto a tanto demócrata asentir con tanta unción a esa demanda de liberalismo económico.

Bueno, que es primero de Mayo. Hoy me pondré mi proletaria gorra de propaganda de Pinturas López. Y que les den. Hace un sol que revienta los cascos. Hay que protegerse.


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