Dirigentes de Podemos el primer día de pleno parlamentario |
Si ustedes, personas razonables,
creen que
este es un editorial honesto y equilibrado pensaré que soy yo el tonto. El editorial es del día de hoy y aparece en El País junto a una catarata de artículos sobre disidencias y enfrentamientos internos en la formación de Pablo Iglesias.
Un amigo me comenta en relación
con ese editorial: “Ni es equilibrado ni honesto pero estarás de acuerdo
conmigo que something is rotten in Podemos , en el sentido shakesperiano del
término.”
De aquí
surge mi reflexión:
Claro
que hay algo que está roto. Pero desde el principio. Podemos es una amalgama de
muchos movimientos, plataformas, personas que a lo largo de muchos años han
proclamado su insatisfacción con la izquierda realmente existente. Su
nacimiento ha sido turbulento y en esa turbulencia siguen- escribí un
post sobre la génesis de Podemos en su momento. No son un partido al uso,
reglamentado y cohesionado. La cohesión nace del acuerdo permanentemente
buscado en líneas de trabajo, en programas y en proyecto. Pero luego llega la
realidad y el encaje. Además, los mimbres de la organización, las personas, ya
no tienen, nunca la han tenido, esa cultura organizativa basada en el juego de
las mayorías y de las minorías, mucho menos del centralismo democrático o de
las formas leninistas de partido. Tienen que ir construyéndolo de día en día.
Suma a
eso otro problema crítico, mejor dicho, dos problemas. La duplicidad
organizativa entre los Círculos locales y presenciales y los equipos técnicos y
políticos que controlan las redes sociales, tan importantes en una organización
de nuestros tiempos. No lo tienen resuelto. Seguramente no lo quieren resolver.
Si se determina la hegemonía de un sistema sobre el otro corren riesgos. Pero
claro, mantener ese desequilibrio trae como consecuencia ese chorreo enemigo. Difícil
problema, pero que para si lo quisieran los otros partidos aquejados de
senilidad.
Decía
dos problemas. El segundo en esta línea es el liderazgo. De alguna forma, a
esta organización le repugnan los liderazgos. Incluido el de Iglesias. Una de
las múltiples almas de Podemos tiene un origen ácrata. A los anarquistas no les
gustan los líderes. Incluso cuando han tenido alguno en sus filas les cuesta
aceptarlo con naturalidad. Se acepta en esa escuela con más facilidad el
apostolado. Ferrer-Guardia, Federica Montseny, Durruti, etc. No eran dirigentes
políticos convencionales. Eran activistas y tribunos sociales en lo
fundamental. Esa alma de Podemos lo notamos muy bien en el gusto por las formas
de organización asamblearias. Todo tiene que resolverse en la asamblea. Pero
claro ¿Qué asamblea decide si una organización entra o no entra en un gobierno?
Dicen que Internet puede ayudar a resolver esos pleitos, pero muchas veces la
sensación que da la nueva democracia directa vía referéndum digital es
extremadamente penosa. Desaparecen los matices. A Iglesias, algunos de los
suyos, no hace falta remitirse a sus adversarios, le reprochan cierto toque
mesiánico y provocativo. Dicen que de joven ya era algo inaguantable y
empalagoso. Puede que ahora esté de subidón. Eso se cura. La gente joven de
Podemos no tiene experiencia en las instituciones. La tendrían que ganar día a
día. Ese no será el mayor de los problemas del liderazgo. Para mí que el
problema es otro. De un movimiento de base y asambleario ha surgido una
generación de políticos profesionales ¿Cómo controlar que no se erijan en un
bloque de poder autónomo? A veces pienso que Podemos no ha querido convertirse
en un partido al modo tradicional para evitar la ley de bronce de las élites
partidarias. Ese fenómeno por el que la dirigencia de un partido se eterniza y
se convierte en casta a través de juegos de lealtades internas y clientelares.
Pero puede que para evitar esa circunstancia tendrían que haber inventado algún
sistema de control de la representación. No parece que en este terreno hayan
sido muy creativos con respecto a la teoría política dominante. El “check and
balance” no aparece por ningún lado.
Muchas
tareas pendientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario