26 de junio de 2014

Manifiesto de artistas e intelectuales a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui

Foto del grupo de intelectuales, escritores, poetas y artistas que viajaron en fecha tan temprana como 1981 a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf a expresar su solidaridad con el pueblo del Sáhara Occidental.

Esta semana se ha celebrado un encuentro de artistas, escritores e intelectuales para rememorar el viaje que en 1981 otro grupo importante de ellos realizaron a los territorios liberados del Sáhara Occidental y a los campos de refugiados en los que la población civil saharaui tuvo que refugiarse como consecuencia de la ocupación marroquí y el abandono de la administración colonial española.

Hoy, como entonces. los reunidos en Madrid han manifestado su intención de promover nuevas iniciativas a favor del pueblo saharaui y han manifestado su propósito, mediante un llamamiento a la comunidad española y latinoamericana de artistas, escritores y poetas, para realizar nuevos viajes de encuentro con las poblaciones saharauis en los territorios ocupados y los campamentos de refugiados.

El llamamiento que hoy mismo han empezado a difundir es el siguiente:

" LLAMAMIENTO DE ESCRITORES, ARTISTAS Y PROFESIONALES DE LA CULTURA A FAVOR DEL PUEBLO SAHARAUI"
 
UNA LARGA Y TRISTE HISTORIA
El 14 de noviembre de 1975 comenzó para el pueblo saharaui una triste historia de guerra, exilio, éxodo y atropello de los más elementales derechos humanos como el de la vida, el de la libertad, y el de la autodeterminación y la superación del colonialismo. Parece mentira que aquellos niños que, acompañando a sus familias, recorrieron el desierto en todas las direcciones para librarse del acoso y del fuego de napalm del ejército marroquí sigan, convertidos ya en abuelos, huérfanos de esos mismos derechos sin que la comunidad internacional haya movido un dedo en su auxilio y su defensa. Más allá del reconocimiento explícito sustanciado en múltiples resoluciones de la necesidad de promover la paz y solucionar el conflicto mediante una consulta de autodeterminación, mil veces afirmado en los papeles y las mismas mil veces negado en la práctica, se puede certificar que tres generaciones de saharauis han visto una y otra vez cómo se les vuelve la espalda y se les niega el pan y la sal de su libertad personal y la de su pueblo.

RESPONSABILIDAD HISTÓRICA DE ESPAÑA
Si en alguna parte del mundo se es plenamente consciente de esta triste historia es en España. El hecho de haber abandonado nuestro país sus responsabilidades como potencia colonial después de haber mantenido vinculaciones políticas, humanas y culturales durante muchos años, ha permitido, en gran medida, que el desafuero contra el pueblo saharaui pudiera cometerse con mayor facilidad. Gobiernos españoles de distintos colores políticos han pretendido descargarse de toda responsabilidad mediante diversos procedimientos. Se ha pretendido que en la ecuación de las relaciones diplomáticas con Marruecos el peso del dossier saharaui apenas cuente. Siempre hay algún interés de estado al que subordinar nuestras obligaciones históricas con el antiguo Sáhara Occidental Español. Ayer hoy y mañana,  la pesca, la inmigración, las políticas de orden público o cualquier otra razón sepultan la cuestión saharaui al último lugar de nuestras preocupaciones y de la agenda bilateral España-Marruecos.

LA SOLIDARIDAD DE UN PUEBLO
Nuestro pueblo, de forma natural, ha entendido que esas prácticas no correspondían con el interés a largo plazo de nuestro país y, mucho menos, con el respeto que debemos a nuestra propia historia. Y en la avanzadilla de ese sentimiento han estado, sobre todo en los momentos más críticos del conflicto, nuestros poetas, nuestros artistas, nuestros intelectuales, nuestros cineastas.

En 1981 se dejó prueba contundente de ese compromiso por parte de un nutrido grupo de escritores, poetas y artistas que acudieron a los territorios donde se encontraban las poblaciones huidas de la masacre militar marroquí y las zonas que el pueblo saharaui estaba liberando mediante la resistencia armada. No fue el año 1981 un buen año de nuestra historia. El golpe del 23 de febrero significó un retorno a los peores miedos de nuestra dictadura. En aquellas difíciles condiciones anímicas, ese grupo de intelectuales encontró el momento de reunirse en el desierto con el pueblo saharaui. Para escucharles, para conocer de sus penalidades y de sus ilusiones, para llevarles el aliento de la esperanza en un futuro mejor. Caballero Bonald, J.A. Goytisolo, Fernando Quiñones y sus demás compañeros de viaje, a los que posteriormente se unieron con sus aportaciones- publicadas en un libro que hoy es un pequeño tesoro bibliográfico- personas como Alberti, Benedetti y tantos otros. Aquellos hombres y mujeres de la cultura fueron capaces, sencillamente, de levantar el ánimo de los luchadores saharauis, de sus mujeres y de sus niños. El viaje de noviembre de 1981 es guardado en el corazón de los habitantes del exilio del Sáhara Occidental como un hito, un episodio magnífico, que demostraba que su lucha tenía sentido.

UN PUEBLO QUE SIGUE A LA ESPERA DE LA JUSTICIA INTERNACIONAL
Pasaron diez años y terminó la fase militar y guerrera del conflicto. Miles de víctimas, de huérfanos, de inválidos siguen a la espera del acontecimiento que les permita retornar al territorio que vio nacer a sus mayores para encontrarse con sus antiguos vecinos, con las familias que no quisieron o no pudieron marchar al éxodo y que desde entonces mantienen una pelea desigual contra la opresión colonial del país del norte. Hoy el combate que simbolizan personas como Aminetu Haidar causa el asombro de millones de españoles y al calor de ese drama la solidaridad española crece y es capaz de realizar gestas nunca realizadas a favor de ningún otro pueblo como las de traer a miles de niños cada verano para descansar de las penalidades de la vida en los campos de refugiados de la Hamada de Tinduf.

Al tiempo que el pueblo saharaui demuestra su capacidad de resistencia, el gobierno marroquí sigue empeñado en quebrarla por todos los medios. Destruyendo casas y requisando propiedades, deteniendo y torturando a activistas y gentes del pueblo. Expulsando de los territorios ocupados a los desafectos y promoviendo en los medios de comunicación campañas de acoso y derribo contra las ideas de libertad y de emancipación. Negándose a aceptar dar solución final al último territorio colonial del mundo. Para ello cuenta con el aliento y la comprensión de gobiernos como el francés o como el español. Ese obstinación en anular por la fuerza de los hechos y de la represión el necesario pronunciamiento del pueblo saharaui en torno a su determinación como nación y como estado libre solo puede traer más conflicto, más sufrimiento para todos. Cabe, incluso, el retorno a las armas como única salida practicable a un pueblo desesperado y humillado.

COMPROMISO DE LOS ESCRITORES Y ARTISTAS ESPAÑOLES
En esa coyuntura los intelectuales españoles, al igual que los que participaron en el viaje de 1981, debemos y queremos demostrar una vez más nuestro compromiso y solidaridad con el pueblo saharaui. Queremos dejar constancia de ello viajando de nuevo a los territorios de la Hamada de Tinduf, a las regiones liberadas y también a las zonas ocupadas para encontrarnos de nuevo con el pueblo saharaui, con sus mujeres, sus jóvenes y niños, con sus ancianos, para renovarles nuestra fe en un próximo final de ese ciclo de dolor iniciado en 1975. Y sumar a ese proyecto otras actividades de difusión pública de nuestro empeño y compromiso como la edición de libros conmemorativos del viaje de 1981. Para ello contamos en los distintos territorios del Sáhara con la colaboración de intelectuales, escritores, poetas y artistas saharauis con los que pretendemos relacionarnos de forma privilegiada. Hoy el pueblo saharaui ha construido instituciones y tejido social que convierten este proyecto nuestro en un proceso más sencillo y, posiblemente, más sólido que entonces.

En esa condición solicitamos la adhesión a este llamamiento que encabeza provisionalmente un grupo promotor.

El grupo promotor, que no quiere adelantar el perfil definitivo del proyecto dejándolo abierto a la iniciativa de muchos otros participantes,  inicia este proyecto, contando exclusivamente con la fuerza de la memoria y el sentimiento de contribuir, mínimamente, a la consecución de una verdadera paz para los saharauis y para los pueblos de la región. No somos enemigos de nadie ni queremos contribuir a ninguna ceremonia de la confusión. Sólo queremos escuchar las voces del pueblo, conocer sus inquietudes y exigir el cumplimiento de las leyes internacionales.

Julio de 2014

FIRMAN ESTE LLAMAMIENTO
Angel Alda, Emilio Sola, Javier Reverte, Ana Rossetti, Inma Chacon, Eduardo Soto Trillo, Laura Casielles, Juan Carlos Gimeno, Juan Ignacio Robles, Zahra Ahmed Hasnaui, Bahia Mahmud Awah, José Ramón Heredia, Conchi Moya Fernandez, Emboirik Ahmed Aomar.



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