Una multitud llenaba ayer las calles de Rinlo |
Entre el carpe diem y el post festum pestum se deslizan los sentimientos de uno sobre la fiesta continua, como relata mi amigo Antonio Gregorio, en la que permanecemos instalados los habitantes fijos y discontinuos de la región mas occidental del Cantábrico. Aquí donde se juntan los caminos primitivo e inglés de la ruta de Santiago se rinde culto a la comida, a la bebida, a la música y al baile.
Como en otras muchas partes de nuestra península se juntan las celebraciones de las fiestas de guardar de tal manera que todavía están pendientes de celebración para el fin de semana que viene las del Corpus y del Cármen en Figueras, en la beira asturiana de la Ria. Como diría uno de Bilbao aquí las fiestas las celebramos cuando nos da la gana al márgen del calendario.
La Festa do Percebe una fiesta consolidada en el calendario festivo de A Maríña |
Ayer celebramos la Festa do Percebe en Rinlo, un hermoso enclave marinero y percebeiro. Una especie de DJ gigantesco y sonriente lanzaba a la pista de baile a una multitud de danzantes mediante el conjuro de un sonido musical de veinte mil demonios de potencia en vatios, voltios, amperios o como se diga.
Ritmos caribeños, folk aldeano, pasodobles castizos y pop de andar por casa. Una mezcla verdaderamente de frenopático que te obligaba a sumarte a la conjura de la francachela so pena de quedarte sordo para el resto del verano. Mientras tanto una mesa con percebes, empanadas, bollos preñaos, filetes empanados y vinos de todas las procedencias se te ofrecía como compensación a la locura musical. Ya te digo o te empapuzas de música o te hartas de comer y beber. Algunos no aguantaban tanta tensión electiva y se desplazaban a las afueras del pueblo a contemplar desde lejos el espectáculo.
Algunos celebrantes de la Festa de Rinlo no renunciaban a exhibir sus demandas ciudadanas a favor de la Escuela Pública. |
Hoy la villa de Ribadeo aparece llena de señores y señoras vestidos con supuestos trajes regionales gallegos que de inspirarse en modelos ciertos demostraría que la vida cotidiana en la vieja Galicia rural era un perpetuo carnaval. Tengo que consultar a un amigo mio de Lugo especialista en folklore rural sobre esto del traje regional gallego pues mucho me temo que detrás de estos diseños se encuentre la imaginación desbordada de una industria cultural algo cimarrona. Creo que los celebrantes se desplazan al monte de Santa Cruz a celebrar un homenaje a la gaita que se confundirá con el homenaje a la comida y la bebida. Siempre comer y beber. Un rito ancestral que nos devuelve a los tiempos anteriores al neolítico cuando cazar y recolectar era la forma de vida diaria y el comer la celebración del éxito. Lo de la bebida vino después aunque parece que algunas investigaciones antropológicas anticipan que el descubrimiento de la cerámica fue obra de la era de los cazadores y recolectores con el propósito de obtener fermentaciones alcohólicas. La cosa viene de lejos.
La fiesta deja huecos propios para la charla. Pero claro hay que desplazarse unos cuantos kilómetros por la costa hasta encontrar un lugar propio para la calma. |
Que siga la fiesta y que las vallas que rodean la torre de los Moreno no se conviertan en una especie de meódromo popular- perdón por el neologismo.. Lo digo por lo del pestum...
1 comentario:
"supuestos trajes regionales gallegos" me encanta!
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