Un cálculo a la cuenta la vieja viene a indicarnos que de los 8.000 millones del Plan Municipal Zapatero(PMZ) le pueden tocar a Ribadeo (por cierto, visiten su nueva web), pueblo mas oriental y septentrional de Galicia, y del cual soy residente no permanente-antes veraneante-, la cifra de unos dos milloncejos de euros que no está nada mal.
Me he acordado de la escena de Bienvenido Mister Marshall en la que toman nota a los vecinos del pueblo de lo que les quieren pedir a los americanos. Supongo que os acordáis perfectamente. Algunos piden cabezas de ganado, otros máquinas de coser o artefactos de trabajo. Solo el noble del pueblo se niega a participar en tan aberrante rito cargo. Otro día hablare sobre los cultos cargo. No me venga ahora a pedirme explicaciones.
En este caso el Plan Zapatero está limitado a las obras públicas, por lo que no procede pedir a mi amigo el alcalde, Don Fernando Suarez, aquello que mas me apetecería pedir que no tiene nada que ver con las obras públicas, aunque sí con las buenas obras públicas. Si pudiera pediría que los dos millones se los gastase en agosto en fiestas, romerías y percebes. Estoy seguro que eso incrementaría la cifra de negocios turísticos de toda la Mariña lucense y abriría un ciclo de prosperidad para el negocio inmobiliario y crearía mucho empleo en un montón de negocios-cetáreas, hoteles, casas rurales, galerías de arte, fabricas de empanadas- con lo que se incrementaría el cuento de la lechera, digo, el negocio.
Limitémonos pues a las obras públicas puras aunque no sean tan ricas y buenas como las que propongo y abramos la lista de peticiones, que prometo hacer llegar al alcalde en mi próximo viaje a la villa de don Leopoldo Calvo Sotelo, Don Dionisio Gamallo y don José Alonso Trelles, el Viejo Pancho.
Aquí por casa, Isabel dice que por favor que arreglen la calle que va en paralelo al muelle de Mirasol. Que cubran el rodil sin asfaltar de una p..vez. Le digo que no es posible pues es un terreno verjas adentro de la entidad llamada Portos de Galicia. Pues entonces que arreglen los caminos asfaltados del entorno de Rinlo. Creo que tampoco es posible pues dependen de la diputación. Pues que quiten los coches debajo de la arboleda de la plaza del mercado. Creo que no va a ser posible pues me dicen que en Ribadeo mucha gente vota de acuerdo a las plazas de aparcamiento. Que el actual alcalde se la ha jugado imponiendo la zona azul y que ya ha agotado su capital de audacias. “Me lo estás poniendo tan difícil, que renuncio a pedir nada”. Pasopalabra.
Mi sobrino Miguel dice que pongan wifi. Eso no es una obra pública. ¿Cómo que una antena no es una obra pública? Pues no. Pues entonces que hagan un carril bici hasta la playa de Arnao. Tampoco Miguel, eso no es posible. Obligaría a un acuerdo de cofinanciación con la parte asturiana y no llegamos en plazo. Pues yo también renuncio a pedir mas cosas. La gente del pueblo que decida. Total nosotros somos solo unos veraneantes pringadillos.
Ahora me toca a mí. Realmente me han dejado K.O. los argumentos. Pero bueno me voy a atrever, aunque solo sea por tener un viejo mandato de la Coordinadora de Veraneantes, perdón, Residentes Temporales. Por favor, señor alcalde, levante el 80 por ciento de las aceras y adáptelas a los minusválidos, a las sillas de ruedas, a las personas con movilidad reducida. Construya unos pasos de cebra de buena factura y mande destruir esa especie de accesos pequeñajos en las aceras que mas bien parecen pasos de abrevadero para ganado. Y si le queda algo de dinero ocúpese de arreglar el entorno del viejo pabellón polideportivo y todas las zonas públicas escolares.
Queda abierta la mesa petitoria. Pasen ustedes a los comentarios y escriban su carta al alcalde. Total, es gratis. Y puede que está vez se queden los americanos. Solo consiste en esperarles con alegría.
Un abrazo a mis amigos de Ribadeo. Antonio, Roberto, Angelines, Pepa, Nenó, Jesús, Lala et al.