Moncofa, Castellón. Municipio gobernado por el Partido Socialista. Cuenta hoy El Pais que su alcalde va a arrasar en las elecciones municipales debido a las políticas de suelo que patrocina. Parece que la industria del solar y del ladrillo es el nuevo maná de los pueblos del Levante.
Seseña, entre Madrid y Toledo. Una mole de edificios en la cercanía de la nueva autopista de peaje anticipa un modelo de crecimiento urbano desprovisto del mas mínimo sentido del decoro estético. Es, además de todo una ofensa a la sostenibilidad. Un ayuntamiento gobernado por Izquierda Unida no ha podido, a pesar de intentarlo mediante todo tipo de procedimientos, paralizar el desastre.
Ayuntamientos en poder de la derecha en todo el país al grito de “maricón el último” sostienen tremendo combate- como diría un cubano- para que en sus territorios se planten miles de nuevas viviendas. La gente normal no percibe cuales pueden ser las diferencias entre las administraciones de diferente signo político en cuanto al precio final de los pisos. Da lo mismo que hablemos de Córdoba, de Parla, de Madrid o de Coria. En todas las partes los precios suben y suben indiferentemente del color de la administración local. Puede que haya diferencias, seguro que si, en cuanto a las viviendas de protección social. Pero estas viviendas solo están al alcance, cuando existen, de colectivos menores, de sectores muy determinados de la población. El trabajador medio, las clases medias sociológicamente hablando no tienen mas remedio que acudir al mercado libre de la vivienda, si es que a eso se le puede llamar mercado o libre. Seguir el boletín de noticias de idealista sobre la materia es un ejercicio recomendable para darse cuenta de la coyuntura
A todo este modelo algunos le llaman modelo de crecimiento Florida, por el estado norteamericano que dirige el hermano de Bush. Los que saben del asunto, geógrafos y planificadores del territorio, le llaman simplemente atentado ecológico. Para aquellos que ven Salsa Rosa todo esto es materia de espectáculo.
Los mas precavidos dudan sobre el momento en el que las cosas desborden y se produzca la estampida en forma de bajadas de precios inmobiliarios ya sea en versión “deslizamiento suave”- sexual figura retórica- o en versión “toma el dinero y corre”. Como todo el mundo está pillado en la película- esto no es como las estafas piramidales donde hay unos pocos listos e innumerables tontos, caso Afinsa por ejemplo- solo pueden pasar dos cosas: que todos perdamos, desde los bancos a los particulares en forma de precios a corto o largo plazo o que todos perdamos en precios, en calidad de vida y en retraso en la puesta en marcha de modelos de crecimiento mas responsables. Es decir que todo perdamos.
Ante tal situación todavía algunos ingenuos se preguntan sobre las razones del desistimiento y el aburrimiento político de la población en materia de programas electorales municipales.
1 comentario:
Este sí es el verdadero problema de nuestro país. ¿Por qué sucumbimos de manera tan sumisa a todo lo urbanístico? ¿Cómo permitimos esto? ¿Por qué la gente del medio rural, después de todo lo que han pasado, tiene una vista a tan corto plazo para permitir que arrasen no sólo su medio de vida, sino su propio espacio natural por dinero fácil, actividades laborales igualmente explotadoras¿ ¿cómo pueden aceptar que cambie su entorno tanto que se les vuelva imposible, al menos por precio, seguir viviendo donde siempre lo han hecho? Y, fundamentalmente, ¿cómo es posible que no se exija, sobre todo en las elecciones correspondientes, a los alcaldes y presidentes autonómicos que han participado activamente en destrozar el patrimonio sostenible de sus municipios y regiones, responsabilidades por lo hecho y por lo que quieren hacer, por sus negocios particulares? Puede sonar raro, pero esto es una enfermedad nacional, por acción o por omisión.
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