Hacía tiempo que el mundo no disfrutaba tanto con las televisiones, los periódicos y las nuevas redes digitales. La ola revolucionaria en Egipto, en Túnez, en Yemen, mañana Alá sabrá donde, despierta pasiones encontradas en nuestro mundo desarrollado.
Pasiones y miedos inconfesados. Las tertulias, los papeles se llenan de intérpretes y especialistas. No se si recuerdan la primera guerra de Irak en la que expertos militares y civiles trataban, como aurúspices, de descifrar aquellas imágenes rojizas de los obuses y las bengalas sobre Bagdad. Hoy buscamos dar un sentido a cientos de videos, a planos televisivos fijos sobre la plaza de Tahrir en El Cairo.
Unos dicen que estos movimientos populares son el producto de una conspiración largamente alentada por los islamistas. Como si de repente esas fuerzas hubieran decidido transvertirse en muchedumbres democráticas que pudieran vender mejor su producto ante el mundo. Estos analistas, a veces campanudos y sofisticados como Kaplan, a veces simplemente brutales como los inspirados por el gobierno israelí, tienen un mensaje nítido: “no hay un tercer estado entre los sistemas autoritarios y la Sharia”. Entre el clavel y la rosa su majestad es..coja.
Otros, románticos y bienintencionados nos ilustran sobre el fin de los mitos sobre la calle árabe. Para ellos, los pueblos sometidos a la propaganda de gobiernos manipuladores o de salvadores de la patria tocados con la mística islamista, hubieran pasado de repente a ser considerados como demócratas avanzados y usuarios felices de los medios de comunicación social digitales.
Por medio del paisaje intelectual circulan versiones inspiradas en la semejanza de los acontecimientos con el derribo de los regímenes socialistas de finales de los 80. Incluso algunos encuentran parecidos históricos con la revolución francesa. Sin embargo todos ellos tienen dificultades en identificar, en relacionar, estos movimientos con las tradicionales revoluciones del pan. Con esas algaradas, que palabra mas árabe, espontaneas que nacen y mueren en un par de días y si te he visto no me acuerdo.
Si no existe consenso sobre el origen de estos movimientos menos coincidencias se abren paso a la hora de deducir el curso de los acontecimientos. Los gobiernos occidentales tratan de inspirar procesos de cambio pacíficos, transiciones desde los modelos autoritarios hacia sistemas de democracia “patentados”. En general parecen asustados por los riesgos de deriva revolucionaria bien sea de carácter social o doctrinario. Las regiones norafricanas y el Valle del Nilo no son precisamente periféricas desde el punto de vista de los intereses estratégicos de las grandes potencias. Petróleo, cercanía a Israel, nudos de transporte internacional vitales como el canal de Suez y el Mediterráneo, etc.,
Yo no tengo las ideas claras. Me ha llamado la atención la perspicacia analítica del príncipe marroquí Mulay Hicham. Dice cosas sensatas, sencillas y nada ampulosas. Robert Fisk desde The Independent está mandando crónicas desde El Cairo inspiradas en el contacto con la calle. Cosa que es de agradecer pues el periodismo interpretativo tiene sus limitaciones. El periodismo es, antes que nada, relato de acontecimientos.
Hace dos días escribí en un email dirigido a unos amigos el siguiente texto:
“Sobre el origen de estos movimientos. Parece existir un consenso entre los analistas mas avisados de que son algo distintos a las tradicionales algaradas espontaneas tan propias de estos países- las famosas revoluciones del pan. Los islamistas han sido los primeros sorprendidos por la extensión y profundidad de los mismos. El patrón en Túnez y en Egipto es la movilización de capas muy amplias de unas clases medias "ilustradas" y no precisamente de las gentes de los bidonvilles. Hablamos de periodistas, funcionarios, comerciantes y trabajadores autónomos. Tampoco parece que los sindicatos tradicionales ni los partidos de izquierda hayan estado a la cabeza. Tanto los unos como los otros, islamistas e izquierdistas están severamente castigados por la represión.
Sobre el contenido de las reivindicaciones. Parece que la palabra de orden es Libertad. Son contenidos políticos a favor de la democracia, contra la corrupción y por elecciones libres.
Sobre el comportamiento de los sectores del poder. Las policías parecen dudar ante la escalada represiva. Los gobiernos reculan. Los ejércitos tratan de mantenerse al margen. Y..la diplomacia internacional mantiene un silencio miedoso. Las palabras de Clinton y de Obama si bien algo mas avanzadas se mantienen dentro de un orden discreto pues saben que las alternativas no son fáciles.
Por último. Creo que es pronto para dar nombre y apellidos a todo este complejo entramado. No es lo de siempre. Es algo distinto y con perfiles mas limpios por decirlo así. Merece la pena apoyar estos movimientos y no seguir con el tralala de siempre: son incultos, al final los islamistas se llevarán el gato al agua, etc. Un voto de confianza por el momento.”
Aprovechando que por mi cumple me han regalado unos de los libros mas maravillosos que se han editado en los últimos tiempos, (“Reportajes de la historia- Relatos de testigos directos sobre hechos ocurridos en 26 siglos”) he dado un repaso al diario autógrafo de Paul Nicolas Barras, concretamente a su relato de la Toma de la Bastilla y he encontrado algunas perlas muy significativas sobre el clima de las revoluciones y el estado de ánimo de las muchedumbres. Pasen y vean…
“Gran afluencia del pueblo. Los oradores del Palais Royal arengaron al público”. “No se hablaba ni se discutía mas que de recobrar la libertad, de atacar a todos los enemigos del Estado”
“Las guardias francesas abandonaron sus banderas para pasarse al pueblo”
“La noche hizo volver a la ciudad a los parisienses…La noche fue muy turbulenta: solo se oía gritar “Viva el Tercer Estado”….”
“El populacho decidió ir a devastar las casas de algunos grandes”.
“Por la noche hubo patrullas; se designaron puestos. Cada barrio se guardaba;….cada calle ofrecía un cuerpo de guardia y se sucedían las patrullas”.
“..se tenía la seguridad de que las guardias suizas no actuarían contra los parisienses”. “Se vigiló mucho aquella noche porqué se temía un ataque de las tropas del rey”
“El rey compareció el miércoles por la mañana, sin pompa y sin armas, diciéndoles “el jefe de la nación francesa, afectado por las desdichas que afligen a la capital, viene a ponerse de acuerdo con vosotros para hacerlas cesar y tomar consejo de vosotros””
“En el ayuntamiento, el rey consintió en alejar sus tropas, la destitución de sus ministros….”
“Al día siguiente, sábado, se supo que los Polignac habían sido alejados; que el mariscal de Broglie, los ministros, los príncipes y toda la cábala habían salido de Versalles…”
Y termina Barras escribiendo “Hoy todo está tranquilo; el pueblo pide, sin embargo, mas escarmientos. Se buscan las cabezas proscritas y todos los malos deben temblar”
¿Cómo se les ha quedado el cuerpo?
3 comentarios:
No puedo negar que tengo prejuicios, sobre todo después de leer tu escrito. Entiendo que conoces mucho mejor que yo el mundo árabe y tu visión es en primer lugar esperanzada.
Me alegra que la expliques como el triunfo del deseo de libertad y justicia surgiendo de la espontaneidad. Probablemente tengas razón que es así y espero que yo tenga que cambiar mis prejuicios por juicios objetivos y mucho mas generosos con estos países árabes que están en busca de la libertad.
Fede
Gracias Fede. De todas formas tendremos que esperar. Ya sabes las ilusiones que se tuvieron en su dia con la caida del sha. Y el poco tiempo que duro esa ilusión.
Ahora la ventaja es que el mundo es mas pequeño y que todos llevamos aprendidas unas cuantas lecciones de realismo político.
Ya que hablamos de fanáticos, de islamistas y de prejuicios bueno será visionar el video de uno de los nuevos dirigentes republicanos de EEUU. Un tipo llamado Glenn Beck. las burradas que dice nos pueden dar una pista de como el fanatismo de una parte genera contrafanatismo del mismo porte...Que miedo.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=PH7GPPpsw6g
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