27 de octubre de 2009

Visitando París de nuevo con unas amigas



Mientras que me pienso de que forma cuento aquí mis aventuras parisinas y francesas de los primeros años 70 a petición de uno de mis fans, mi amigo Adanes, dejo un pequeño regalo.

Un paseo por la rue Montorgueil, cerquita de Les Halles, acompañado de tres o cuatro amigas de la música moderna. Muy cerca de aquí podeis encontrar una calle que se llama Cairo con una galería mercado bastante interesante. Y relativamente cerca también la rue St Denis con sus canallas y putas incluidos. Pero si sois amigos del arte el Centro Pompidou está a un pasito.

25 de octubre de 2009

Cajas de Ahorro y Política

A cuenta de la polémica por el nombramiento del próximo presidente de Caja Madrid parece que el único tema de interés sea si el PP nombra a un político o a otro o si el PSOE e IU a cambia de taparse la cara logran más o menos prebendas representativas para los suyos. Parece que existe el consenso generalizado entre las fuerzas políticas para que las cabeceras ejecutivas de estas instituciones sean ocupadas por políticos designados por las fuerzas parlamentarias mayoritarias en cada respectiva comunidad autónoma.

¿De quién son las Cajas? El modelo no lo dice claramente. Sabemos que no son sociedades anónimas y que no existen unos titulares privados o particulares que puedan alegar su propiedad. Se definen a sí mismas como “instituciones sociales” que operan en los mercados financieros bajo el marco de las leyes civiles y mercantiles, que dependen de unos “patronatos” y son supervisadas por los gobiernos de las Comunidades Autónomas en las que tengan ubicados sus órganos de gobierno así como por la autoridad del Estado en cuestiones monetarias, crediticias que no es otro que el Banco de España.

Tienen unos órganos de gobierno cuyo vértice es la llamada Asamblea General que en principio define las líneas de trabajo de la institución, aprueba las cuentas y nombra a los Consejos de Administración y otros órganos de gobierno como los de auditoría, etc.

En teoría esa asamblea general- organismos multitudinarios por cierto pues pueden llegar a tener cientos de miembros- tiene un carácter representativo de los poderes locales y territoriales, de los “impositores”- titulares de cuentas corrientes- , del personal y de otros organismos como los sindicatos y la patronal. Algo así como el famoso lema de la democracia orgánica franquista: municipios, sindicatos y familias.

A la hora de la verdad ni siquiera los impositores son elegidos democráticamente- ¿usted ha votado alguna vez como titular de una cuenta a favor de alguna candidatura?- pues existen una serie de mecanismos como los llamados “compromisarios” y sorteos previos. Después de tener cuenta durante muchos años en distintas Cajas de Ahorro yo no conozco a ninguna persona de mi entorno que sea miembro de esos órganos por tal condición, ni nunca he tenido la suerte de formar parte por sorteo de esa lista de compromisarios. Por supuesto que me alegro de no pertenecer a ese club.

Las cajas de ahorro tienen un viejo origen filantrópico y con los siglos se han ido acomodando de una forma u otra a la modernidad. Hoy parece que se están quedando algo obsoletas y que en su seno surgen muchas voces que hablan de reformas. Despolitización, entrada de capitales privados-le llaman cuotas participativas- y modernización- nunca concretan en qué consiste-. Los políticos sin embargo reclaman la dirección de las instituciones basados en su carácter social.

El caso es que ya se han convertido en unas máquinas tremendas de hacer dinero, o de perderlo, y a la sazón dominan más del 50% del negocio financiero en España. Y además parece que el control político no las ha dispensado de cometer errores monumentales en sus políticas de gestión. Los entendidos dicen incluso que son más frágiles que los propios bancos ante la crisis que estamos viviendo y que su modelo de negocio muy ligado a las operaciones inmobiliarias corre serios riesgos. Hay quien dice que la tradicional seguridad que durante muchos años ha hecho posible que las cajas tengan una alta credibilidad entre los públicos más populares puede estar a punto de perderse debido al comportamiento de los titulares de algunas cajas. Incluso en términos políticos escuchar a su máximo representante, un señor llamado Quintas, pedir el adelanto de las elecciones generales puede ponerte los pelos de punta. Uno piensa que a lo peor hemos creado un Frankenstein bancario, una criatura ingobernable. Esa criatura tiene además nombres propios. Toda una casta de supuestos profesionales, no solo son los políticos de partido, se han acomodado a los órganos de dirección de muchas cajas de ahorro y desde allí ejercen un verdadero poder caciquil. Son poderes fácticos que otorgan créditos en función de mantener una estructura clientelar de poder y se arrogan a veces hasta la posesión de mandatos divinos. No voy a dar nombres pero miren ustedes a los presidentes de algunas cajas de ahorro gallegas o al que fue hasta hace poco tiempo plenipotenciario representante del cabildo catedralico de una ciudad del Sur. Por lo menos el señor Botín tiene su patrimonio colocado en su banco y tiene que dar cuentas a unos accionistas. En las Cajas de Ahorro solo se da cuentas a Dios, si es el caso. La mayoria de las veces ni eso.

Si todo el sector financiero tiene que acomodarse a la crisis y cambiar su modelo nos preguntamos de qué forma las Cajas de Ahorro en España están preparadas. Está costando Dios y ayuda proceder a fusiones en el ámbito de las cajas de ahorro de la misma comunidad. Recordamos el caso de las Cajas sevillanas o en estos momentos las dificultades de la fusión entre las cajas gallegas o las catalanas. Hablar de fusiones, si es que ese es el modelo de salida que, oiga, yo no lo sé, entre cajas de distintas CCAA parece misión imposible.

Las obras sociales, por cierto dirigidas a veces por señores y señoras que son analfabetos funcionales- de esto hablaré en otro momento-, están sufriendo recortes en sus presupuestos de dos dígitos. Si es verdad que el verdadero sentido de las Cajas son sus Obras Sociales por qué esos recortes. Seguramente que antes habría que proceder a saneamientos que no pusieran en cuestión los presupuestos de gasto social. Digo yo que recortar los honorarios de los ejecutivos, las dietas de los órganos de gobierno, incluso, los sueldos o el nivel de empleo serían fórmulas más adecuadas. Mucho me temo que las obras sociales serán el pagano de las crisis y de la caída de beneficios.

Ahora en Madrid la duda es si el próximo presidente será el señor Rato o el amigo de la Doña, un tal Ignacio. A mí que quieren que les diga: me da absolutamente lo mismo. Creo que el problema es otro. Se trata de encontrar un sistema para que las Cajas sean gobernadas lo más democráticamente posible. Creo que los parlamentos regionales deben tener su voz. Pero mucho más importante que eso es que los clientes, los deudores, las empresas y particulares tengan su asiento en los órganos de control de una manera más directa, más clara y mas legítima. Y que el Banco de España y el gobierno de la nación se pongan las pilas y acomoden las leyes de regulación de estas instituciones a los tiempos que vivimos. ¿Qué es eso de decir que en Madrid los partidos que forman la Asamblea se lo comen y lo guisan? Zapatero tiene que entrar a saco para conseguir, al margen de quien sea el señorito que ocupe la presidencia de la Caja de Madrid, que Cajamadrid y el resto de las cajas se democraticen y se gestionen no solo de forma profesional, odio esa palabra, sino sobre todo de manera social. A fin de cuentas esa es la palabra que las caracteriza y que las define. ¿Qué significa ser “social” en el siglo XXI?

Esa es la pregunta. Lo demás ganas de aburrir al personal.

17 de octubre de 2009

La ovejita lucera




No se si a ustedes les pasa. De vez en cuando una canción, una melodía se te viene a la cabeza y con ella te sientes asaltado por recuerdos, por imágenes, hasta por olores.
Tengo yo una ovejita lucera es una canción popular de los 50. Por los patios de mi casa, con las sardinas saltando de olor desde la sartén para toda la comunidad, con el ruido de la cuerda de tender atrás y adelante, me llega el rumor de aquella ovejita.

Mucha gente piensa que esta parodia de Krahe, Perez y Sabina es el origen de aquella canción.

Pues no señores. La canción la cantaba Pepe Mairena y aqui tienen la versión en audio original


Bueno, pues aquí les dejo el regalo musical de la semana. Hoy estoy sinestésico. Debe ser el catarro.
Cuídense.

14 de octubre de 2009

Arte urbano en escenarios rurales


Que conste que la historia, la anécdota que sigue, puede ocurrir en cualquier pueblo o ciudad de España. Ha dado la casualidad de haber sido en Plan, Huesca. El famoso pueblo de la primera caravana de mujeres en 1985.

Nos dicen que el artista danés Per Kirkeby, del que nuestros amigos son devotos, expone una de sus obras-escultura en ladrillo en el pueblo pirenaico de Plan.

Como estamos en el Valle de Arán ni cortos ni perezosos decidimos dar un rodeo de unos 150 kilómetros viajando del occidente catalán al oriente aragonés a través de Francia. Elija usted el llamarnos raros o simplemente mire un mapa de carreteras para entender que los raros a veces lo somos a la fuerza. El caso es que pasamos por el Portillón, Luchon, por Saint Lary, por el túnel de Bielsa y por tantas localidades de montaña admirando sin solución de continuidad- por cierto que cosa será esta solución- el variado paisaje pirenaico que va desde lo bucólico de las praderias con ovejitas y vaquitas a lo agreste de las cumbres alpinas y con los colores del primer otoño como decorado de fondo. Uno que no se emociona ni embelesa precisamente con los paisajes naturales, soy urbanita por naturaleza- perdonen el chiste- tengo que reconocer que los Pirineos me fascinan.

Al final llegamos a Plan-perdonen por la rima, hoy mi escritura no da la talla- y aquí empieza lo bueno. Preguntamos a los viandantes por la localización de la escultura. ¿Sabe usted donde han colocado la estatua de Kirkeby? ¿Kirkeque? Ni idea. No se de que me habla. Si, es una especie de casa de ladrillo. Pues no tengo ni idea. Así una y otra persona. Al final alguien nos dice que por que no probamos en un pueblo cercano que se llama San Juan de Plan. No nos cuesta nada pues San Juan está lo que se dice a un paso. Allí las respuestas son todavía más descorazonadoras. Una señora nos mira como si fuésemos lunáticos. ¿Una estatua en San Juan? Otra joven nos dice que es solo veraneante pero que no se habla mucho con la gente del pueblo pero que le extraña que “aquí, precisamente aquí, vaya a poner el gobierno de Aragón una obra de arte”.

No se desanimen. Hay que insistir. Volvemos sobre nuestros pasos y al final unos ciudadanos que departen tranquilamente a la puerta de una nave industrial nos indican el camino. “Vayan ustedes hasta tal cruce, atraviesen un puente y a la izquierda en un parque encontrarán ustedes la casa”.

Dicho y hecho. Al final de un parque urbano de árboles algo escuálidos y raquíticos que contrastan con la magnificencia del paisaje pirenaico que rodea a la población, nos encontramos con la obra del artista danés instalada por el CDAN, organismo perteneciente al gobierno de Aragón. Disfrutamos con el juego de volúmenes. Con los paisajes recortados tras los huecos de la obra. Con las sensaciones de ver esta pequeña “casa de muñecas” en medio de un valle rodeado de enormes montañas. El sol del mediodía ofrecía un juego de sombras y de luces que reforzaban la mirada sobre el objeto. Al final sesión de fotos en búsqueda de la imagen adecuada.

Terminada la visita decidimos comer en un restaurante del pueblo. Por cierto que muy bien. Lo voy a recomendar en 11870.com. Ceps-boletus edulis-, níscalos, carne de buena calidad y vino del somontano. Pegamos la hebra charlando con algunas personas. Que bien que hayan puesto la escultura de Kirkeby en el pueblo. Respuesta: “yo no entiendo de arte pero a mi me parece una tontería”. ¿Y eso? “Mire usted aquí es obligado construir en piedra. No podemos construir en ladrillo”. Pero, bueno, es solo una obra de arte. “Será todo el arte que usted quiera pero es una casa en la que no pueden vivir las personas, de lo pequeña que es”. “No podría servir ni de establo para las vacas”. “Nadie del pueblo entiende para que sirve”. Es que el arte no tiene por que servir para nada en particular. Puede que solo sirva para jugar. “Pues entonces que inviertan en juegos para los niños”. “Los políticos tienen ideas absurdas y tiran el dinero”. “Seguro que el Teruel que conocen el ladrillo les ponen casitas de piedra y aquí ya ve, ladrillos”. “Además ¿sabe que para construirlo trajeron una cuadrilla de rumanos?” “Podrían haber dado trabajo al pueblo”. Al final cuando les decimos que hemos dado una vuelta de muchos kilómetros solo para ver esa obra nos miran con guasa. Estos madrileños que cosas más raras hacen.

Nos vamos del pueblo ciertamente confundidos. Nos hacemos preguntas. La primera es ¿tiene sentido invertir en estos montajes y no sumar a la inversión una pequeña partida en señalización? La segunda es sobre el significado de llevar el arte a los pueblos. ¿Dejar caer una obra como del cielo sin dialogar con los vecinos sobre el sentido de la misma? La tercera sobre la programación de arte y la experimentación en nuevos escenarios. Realmente uno piensa en derroches, en aventuras estériles. Siguen las preguntas.

Nos lleva a un debate en el coche sobre las comunidades autónomas. El debate termina en Medinaceli, en el kilómetro 150 de la A2. Una caravana de coches de vuelta del puente del Pilar. Tres horas más para llegar a casa.

Y yo que venía aquí a hablar sobre el Valle de Arán…..

7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras


La competencia entre los paises se expresaba hasta hace pocos años en términos de productividad, de acceso a los mercados finales y a las materias primas. Tambien por su centralidad geográfica. En último término en función de los recursos humanos. De la calificación y cualificación de sus trabajadores.

Hoy el aspecto central que determina el peso específico de cada pais en el escenario económico global es el nivel tecnológico y científico de las empresas y la presencia e importancia de fuertes instituciones públicas y privadas dedicadas a la ciencia, la tecnología y la innovación.

Como España no se ha caracterizado históricamente por su alto nivel en materia de conocimiento científico ni mucho menos de empresas bien dotadas tecnológicamente parece que tenemos un problema de encaje económico internacional. Pero no solo económico. Una sociedad próspera es por definición una sociedad culta. Y en España nos falta cultura. Perdimos las bases de la cultura popular sencilla y agraria mas tarde que las sociedades industrializadas de nuestro entorno y apenas hemos tenido tiempo de incorporarnos a las culturas urbanas sólidas del capitalismo maduro. Aquí seguimos siendo víctimas del nuevoriquismo y de una idea de la modernización muy fragil. De ahí vienen nuestras carencias del sistema educativo y la escasa preocupación ciudadana con los temas de la ciencia. Seguimos creyendo que el español es un señor muy bueno improvisando arreglos mecánicos de coches y electrodomésticos y resulta que los coches y las máquinas en general son cada día mas a prueba de chapuzas e inmunes al versatil y sagaz ingenio de nuestros artistas de la improvisación con un chicle y un alambre.

En esas estamos cuando el gobierno, que en teoría tiene bien aprendida la lección y se le empasta la boca con todas esas cosas tan bonitas del I+D+i, no se le ocurre otra cosa para los presupuestos del año que viene que meter un tajo en las cantidades previstas para investigación y ciencia. Además pretende tomarnos un poquito el pelo mediante trucos de ingenieria contable, en eso si que somos buenos los españoles por lo que se ve, y se nos cuenta que la contracción presupuestaria no es tal pues se compensa con el incremento de los recursos en forma de préstamos, procedentes muchos de ellos, por cierto, de los famosos programas de origen comunitario de la Agenda de Lisboa. Lo cuenta muy bien Ricardo de Querol en El País de hoy.

Por supuesto que el problema de la ciencia en España no se resuelve solo con presupuestos públicos. Posiblemente los presupuestos sean un instrumento secundario. Tengo la seguridad que la mejora del sistema educativo, no necesariamente ni únicamente el universitario, contribuirá mucho mas al objetivo que los dineros que vayan a otras partidas de gasto. Soy crítico con muchas partidas, por ejemplo financiar la mitad de los gastos de inversión de la industria automovilística a favor del coche eléctrico me parece una barbaridad, pero mantener en un buen tono vital el trabajo de los centros de investigación del CSIC y de sus becarios sigue siendo una prioridad elemental.

Desearía a la ministra Garmendia que tenga buen ojo a la hora de determinar el buen fin del gasto. Que elimine gastos absurdos, lineas de investigación dignas de los premios IG o directamente asociados a algunos conceptos de innovación mas propios del marketing que de la ciencia. Pero que por favor respete las investigaciones vitales para el desarrollo de nuestras biotecnologías, de nuestras investigaciones clínicas, etc. Parece, sin embargo, por sus declaraciones que está mas interesada en salvar la cara.

Todo este rollo que estoy contando viene por una iniciativa popular para que hoy todos los blogs que participamos del mismo sentimiento de repulsa hacía esta deriva presupuestaria nos conjuremos en colocar un logo común de denuncia de la situación. Con mucho gusto lo hago e invito a mis lectores a que se sumen difundiendo este escrito o cualquier otro del mismo sentido. La lista de los blogs está aquí: CienciasTijeras.

5 de octubre de 2009

El último bohemio de Madrid

Pasquín callejero que Curro Sevilla, el último bohemio, coloca en las marquesinas de los autobuses de Madrid. Pincha sobre la foto para leer con mas facilidad el texto.



Este año se cumple el centenario de la muerte de Alejandro Sawa, el arquetipo de los bohemios de Madrid. Alejandro Sawa es Max Estrella, el protagonista de Luces de Bohemia de Valle.
Rafael Cansinos Assens en La novela de un literato nos ofrece múltiples retratos de la bohemia madrileña del primer tercio del siglo XX. Eran la mayoría de ellos jóvenes provincianos que soñaban con la gloria literaria en la capital. Procedentes de Andalucía como el mismo Sawa o de la Rioja como el niño Buscarini. De Galicia era Bóveda. Vidal y Planas de Gerona. Barrantes de Valencia. Etc. Letraheridos, intoxicados de lecturas, con una formación en general escasa, muchos de ellos, como el mismo Sawa, con el único bagaje intelectual de su paso por los seminarios, llegan a Madrid dispuestos a comerse el mundo.
Y es Madrid quien se los come. Un Madrid duro en el que impera el sistema turnista de la Restauración. Con una inmensa proliferación de diarios y revistas que compiten en pobretonería y que están, muchos de ellos, al servicio exclusivo de los partidos políticos, de las grandes fortunas o de los intereses de improvisados mecenas. Es difícil ganarse la vida al servicio de la prensa. Mucho más estrenar en los teatros. Vivir de la literatura es un milagro. El joven escritor recurre a sus paisanos, a su familia para pagarse la pensión. Poco a poco la vida de los cafés, de las tabernas y figones pasa de ser la puerta de entrada en la sociedad a convertirse en la boca de salida hacia la “mala vida”. Baroja retrata la cara sucia, la faz menos romántica de los bohemios en novelas como El árbol de la Ciencia.
Es entonces cuando el bohemio se confunde con el pícaro. Cuando para sobrevivir se ve obligado a convivir con el hampa de las calles de Madrid y a pedigüeñear una tostada con café. Con los trapicheos, con la práctica del sable, al principio, para llegar a las últimas fases de la degradación humana en la que la mendicidad truculenta apenas puede disimularse bajo la capa de la devoción literaria. Los que tienen talento apenas tienen pueden demostrarlo. La ciudad de Lope, de Quevedo, la de Cervantes, no es capaz de dar alojamiento a esa pléyade de hijos de la provincia que acuden en búsqueda de la gloria literaria. Madrid es muy selectiva y muy pobre como para dar sostén a tantos genios. La bohemia trata de legitimarse a si misma. Es cuando el bohemio se considera un ser aparte, un antiburgués, un rebelde. El seminarista se convierte en un radical. El joven de provincias deviene en revolucionario. Revolucionario de café y figones por supuesto.
La guerra civil acaba con esa generación de bohemios como con tantas otras cosas. Tienen que terminar los 40 para que Cela pueda dejarnos esa nueva crónica de bohemios que es La Colmena. Una nueva generación de jóvenes literatos llena los cafés de Madrid. Umbral, uno de esos jóvenes, puede representar la nueva generación de bohemios que triunfan pasando por el Café Gijón. Su caso es un caso excepcional de éxito. No todos tienen la suerte de Pacoumbral. Reproducen el mismo esquema de vida de sus antecesores. Buscan el acercamiento a la prensa. Una prensa que ya no es tan abigarrada y múltiple como en los años previos a la guerra. Es la prensa del Movimiento. Son las revistas literarias dirigidas por los intelectuales del Régimen. No es fácil estrenar, no es fácil publicar. Si es posible sin embargo obtener alguna plaza, algún trabajillo alimenticio en las oficinas públicas. Pero los amigos de la pereza creativa, los menos dotados, pululan como una especie de segunda división de la literatura por las mesas del Gijón, del Comercial o del Lyon. Tertulias literarias de poetas y poetisas proliferan en los primeros 60. Personajes como el gallego Carlos Oroza reviven las viejas glorias del bohemio de principios de siglo.
En los 70 y 80 con el retorno de la democracia llegan a Madrid nuevas generaciones de jóvenes en búsqueda de la gloria. Más cultos, más comprometidos. Menos devotos de la letra y cercanos al cine, a la música y protagonistas de la famosa Movida. Las comunidades autónomas, las ciudades provincianas compiten por evitar el exilio capitalino. La cultura se convierte en un negocio público que mueve miles de millones de pesetas- o de euros. Ya apenas hay espacio para la bohemia. Nunca como ahora podemos hablar de una clase literaria y artística tan numerosa y bien pagada. La tv, las televisiones dan trabajo a cientos de artistas en ciernes. La droga, por otra parte, se convierte en un agujero negro en el que se pierden miles de jóvenes, pero el oficio de yonki en España nunca dio medallas literarias. La bohemia pierde el prestigio.
Son muy pocos los que en este Madrid de nuestros días se puedan permitir mantener la vieja estampa de bohemio. Uno de ellos es Curro Sevilla. La foto de arriba es un cartel que Curro va dejando por las marquesinas de los autobuses de Madrid. Curro Sevilla como su propio nombre no indica es de Guadalajara. Vino a Madrid en los años 70. Desde entonces vive de la venta de una especie de revistilla poética compuesta por versos de su propia cosecha o de dibujos y cuadritos de sabor taurino. A veces ha tratado de abrir su propia tertulia literaria pero resulta muy difícil reclutar colegas de su misma escala social. Nada voy a decir de la calidad de su poesía. Creo que con la lectura del texto de arriba cualquiera puede hacerse una idea. Hoy se queja del trato de las autoridades. Dice que no le dejan vivir de su creación. No me imagino a los municipales persiguiendo a una persona como él, tan correcto y tan poco seguidor de las modas del bohemio rebelde. Pero él nos cuenta su historia mediante ese pasquín testamentario.
Curro Sevilla, el último bohemio de Madrid, anuncia el fin de la raza bohemia del siglo XX.
A partir de él los únicos que mantienen en alto la vocación de vivir del arte puro serán mis amigos los perroflautas, herederos vitales de la vieja bohemia. Los bohemios del siglo XXI. Los únicos que adoran la estética desharrapada, las borracheras a la luz de la luna y los perros callejeros. Los últimos románticos capaces de pasar la noche en los cementerios de nuestras ciudades recitando poemas de Verlaine y bebiendo absenta con cocacola.


ACTUALIZACIÓN EN MAYO 2012

Recientemente nuestro amigo Curro Sevilla va colocando nuevos pasquines por la calle. En este caso reclama el auxilio de algún alma caritativa que tenga a bien facilitarle una vivienda, una habitación, un refugio. Me hago eco de esa petición y coloco foto de su reclamo en la que figura su teléfono movil.


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