20 de agosto de 2010

Una historia madrileña de José Menese


Ayer cantaba José Menese en Madrid. No se si es el mejor cantaor flamenco vivo, no soy muy ducho en el arte. Mi oido no está entrenado para discernir la gran variedad de palos del género ni para calibrar la calidad de un cantante con respecto a otro. Dejando a Camarón aparte- yo creo que ese hombre pertenecía a la liga de las estrellas- me encanta escuchar a Morente, a Fosforito y a tantos otros. Pero con José Menese me pasa una cosa curiosa. Veo antes al ciudadano Menese que al artista. Contaré por qué.

Hubo unos años en España en los que mandaba un feroz tirano que disponía de una policía secreta preparada para que los opositores al régimen no pudieran hacer propaganda de sus ideas. Hablo de los años que van desde 1939 hasta 1975. Prehistoria.

Pero a pesar de esas dificultades algunos se permitían publicar periódicos y boletines de oposición al régimen. Imprentas clandestinas. Distribución clandestina. Y hasta lectura clandestina.

Como la policía estaba muy atenta, los clandestinos editores tenían organizados sistemas para burlarles. El mas usado era compartimentar en distintos procesos la labor. Alguien, algunos, escribían o dibujaban. Otros confeccionaban los clichés o las planchas. Otros mantenían pequeñas imprentas en garajes o casas particulares y de distintas tecnologías: desde el offset, al ciclostil y hasta la famosa vietnamita que no era otra cosa que un sistema primitivo de serigrafía. Otros mas doblaban o encuadernaban el producto de la imprenta. Por fin unos pocos realizaban el reparto hacia las organizaciones de base- las células - para que al final el producto llegase al consumidor mediante entregas personales a los militantes y a su círculo. Algunas veces incluso se distribuían en fábricas o en facultades de una manera mas o menos abierta. Estoy hablando especialmente de los primeros años 70.

Todo ese montaje difícil y precario a la vez sufría de vez en cuando caídas por la acción de la policía, la famosísima Brigada Político Social. A pesar de la cautela, a pesar de esa compartimentación, era bastante normal que el sistema de difusión de la prensa clandestina se quebrase. Y era en esos casos cuando las organizaciones tenían que dar el do de pecho. Era un lugar común considerar como vital reemplazar en el menor tiempo posible el nodo quebrado aunque fuese a costa de correr riesgos mas elevados que los comunes. Las organizaciones tiraban de agenda y trataban de conseguir un nuevo domicilio provisional donde almacenar los periódicos y los boletines o donde instalar una nueva máquina ciclostil. Otro día si me apetece contaré como se conseguían las máquinas o como se organizaba el reparto- el también famoso sistema de buzones.

En una de esas ocasiones Francisco Moreno Galván tuvo el valor de prestar a la organización un pequeño apartamento en la calle de Andrés Mellado. Francisco Moreno Galván era poeta y letrista de canciones. Su estampa era teatral. Gordo, grande, barbudo y con un parche en el ojo izquierdo que le daba un aire de pirata mediterráneo. Llegamos a convencerle del préstamo de aquella vivienda gracias a sus sobrinos, los h¡jos del gran crítico de arte José María Moreno Galván que militaban en la organización. ¡Ah! que no he dicho que organización. Pues era el Partido. El Partido entonces era por antonomasia- que cojones significará esta palabra?- el Partido Comunista. Y el órgano de prensa que se montaba, se encuadernaba y se empaquetaba era el Mundo Obrero. Pero bueno, si no lo digo tampoco la historia que ahora cuento perdería su encanto.

José Menese era entonces un cantaor con un nombre acreditado a pesar de su juventud. Moreno Galván era su letrista de preferencia y posiblemente su introductor en los círculos flamencos de Madrid. Paisanos de La Puebla de Cazalla, parece que Menese cada vez que pasaba por Madrid se alojaba en aquel apartamento. Una mañana o una tarde, no sabría precisar, oimos el ruido del ascensor en el piso. En guardia y con el susto encima del cuerpo nos percatamos que alguien ha introducido la llave en la cerradura. Con un aire despistado entra en el piso el mismísimo José Menese. Nos dice: "tranquilos que soy de los vuestros....ya me ha advertido Paco que estabais aqui". No quedó la cosa ahi. Como si fuese lo mas normal del mundo se sienta con nosotros y se dedica durante horas a doblar los pliegos del Mundo Obrero y a empaquetar los ejemplares destinados a su posterior distribución. Fue un compañero mas en aquella tarea tan peligrosa. Él seguramente sabía lo que le podía caer encima si en esas aparece por la casa la policía.

Y encima el buen hombre nos invitaba a tomar finos y tapas en una bodega andaluza que creo que estaba en la misma calle. Un gran tipo el Menesé. Me imagino que ahora entenderás que siempre que veo a Menese en la tele o en directo el recuerdo de aquella aventura me tape su voz. La memoria histórica puede que se haga recordando estas pequeñas cosas.



19 de agosto de 2010

Una vista de Castropol

 



Desde la orilla de Ribadeo se puede retratar Castropol desde muchas perspectivas. Esta foto trata el tema de una forma mas o menos diferente.
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17 de agosto de 2010

Desconcierto en Melilla

Melilla desde los tejados


Hablan las crónicas periodísticas y rebosan de comentarios las lánguidas y veraniegas tertulias radiofónicas sobre el desconcierto del gobierno español ante las maniobras marroquies de provocación fronteriza en Melilla- dentro de unos días habrá que incluir a Ceuta en la misma agenda.

Todo el mundo da por hecho que el impulso de esas acciones es soberano, aunque el matador sea Bellido o un tal Chaouki. Nada en Marruecos surge de casualidad. No es extraño que la diplomacia española ande algo desconcertada. La mayor prueba del desconcierto es haber utilizado el fusible real antes de que la crisis haya presentado rasgos mas maduros. Gastar polvora real, nunca mejor dicho, no suele ser la mejor estrategia. Y menos si nuestros servicios de ¿inteligencia? no acaban de encontrar el secreto de la pirámide.

Interpretaciones posibles muchas. Desde aquellas que recuerdan el inteligente y diabólico aprovechamiento que hizo Hassan de la crisis final del franquismo hasta aquellos que interpretan que el conflicto debe situarse en coordenadas muy locales y puntuales ligadas a los intereses comerciales de determinados sectores rifeños y portuarios.

Esperemos que la habilidad demostrada de Rubalcaba ayude a sofocar el incendio en su próxima visita a la corte rabatí. Y que el PP reciba un mensaje de donde corresponda para evitar meterse en fuegos artificiales y tracas valencianas tan propios de su actual portavoz, un tal Pons.

Que los diplomáticos de una y otra banda del espectro político español empezando por el amortizado Moratinos se pongan a los mandos de las operaciones sin necesidad de recibir el manual de instrucciones del organismo que tiene su sede en la carretera de La Coruña y que está dirigido por un viejo conocedor de las trapacerías marroquies.

Se que hay mucha gente que quiere cobrarse venganza de acontecimientos del año 1975 pero les diré que no es este el momento. Que tengan un poquito de paciencia. La crisis Perejil ya nos proporcionó información muy rica sobre los límites de nuestra política norteafricana. No podemos enfrentar situaciones del siglo XXI con tácticas de época del protectorado.

En última instancia quien tiene mas que perder en estos incidentes es la economía marroquí.

12 de agosto de 2010

Esculturas en Vegadeo de Cesar Montaña

El Herrero, una de las obras mas conocidas de Cesar Montaña


Cesar Montaña fue uno de los mas importantes escultores españoles de la segunda mitad del siglo XX. Nacido en Vegadeo estuvo siempre muy relacionado con la villa asturiana ribereña de la Ria de Ribadeo o del Eo. Ayer se celebró en la Casa de Cultura del pueblo un acto en el que se anunciaron los primeros pasos para la creación de un Museo dedicado a la obra del artista en base a obras donadas por la familia.

Siempre me he preguntado el porqué de la presencia de tan buenos escultores en todas las regiones cantábricas españolas. Creo que ayer tuve una respuesta que en el caso de Vegadeo se cumple al pie de la letra. La suma de la húmeda y brumosa luz del norte, la madera de los bosques y las viejas tradiciones mineras y de los oficios del hierro hace posible que desde niño se tenga una visión espacial muy propia de la naturaleza del arte de esculpir y de imaginar volúmenes.

Vegadeo fue la capital del gran emporio preindustrial del norte de España. Cuando toda Galicia y Asturias, hablamos del siglo XVI y XVII, era un enorme territorio de prado y bosque, en los montes que circundan la Vega se desarrollaba una importante actividad industrial. Fraguas, molinos de prensa, astilleros, etc constituian el paisaje de la región de la época. De aquello poco fue lo que sobrevivió con la emergencia de la revolución industrial. Si acaso la vieja cultura de los oficios que tanto reverenciaba Montaña.

Es una gran alegría que los propósitos de creación del museo Cesar Montaña puedan realizarse. Por cierto que parte del legado previsto puede contemplarse por anticipado en la misma Casa de Cultura

1 de agosto de 2010

Noche de marcha en Ribadeo con Lamatumbá


Llegaba anoche desde el aeropuerto de Asturias a las dos de la madrugada y me acerqué a ver el final del concierto del grupo orensano de rock Lamatumbá. Geniales. En la mejor tradición del rock gamberro gallego de Siniestro Total pero con un toque de licor de café muy grato para acompañar la verbena popular.
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