29 de mayo de 2013

Muere Manuel Capella, el galeguayo.


Manuel Capella, cantor uruguayo conocido popularmente por el Galeguayo y como el Trovador de Béjar, falleció recientemente en Montevideo. Nacido en esa población salmantina su familia emigró a América cuando él era muy pequeño. La historia de ese exilio está contada poéticamente en la canción que encabeza este escrito. He pedido a mi amigo uruguayo Sergio que me escriba una nota necrólogica sobre este artista tan desconocido en su patria de nacimiento y este es el resultado.

"¿Qué te puedo decir sobre Capella? Desde el punto de vista económico, sus padres cometieron el error de emigrar a Uruguay cuando la época de las vacas gordas estaba en sus últimos estertores. Pero al menos a Manuel, eso pareció no importarle. Y muy rápidamente supo entender que en Uruguay a todos les ponemos un mote, que puede ser hasta ser muy cruel, pero que en realidad denota cariño, apropiación afectiva del otro (un mote, un nombre o hasta una "mala palabra", solo es insulto si se la pronuncia con tono de insulto). Manuel supo rápidamente que a pesar de no venir de Galicia y a pesar de que llegó muy pequeño al país, ingresaba a la gran bolsa de los "gallegos". Una bolsa que engloba a todos los españoles, tal vez por lo numerosa de su colectividad y porque el primer Centro Gallego de América Latina se fundó en Montevideo.


Manuel venía de una España pobre y su adolescencia le pescó en un Uruguay que se empobrecía a pasos agigantados. Al influjo de la bonanza producida por la segunda guerra, los gobiernos de turno habían ido creando una estructura de clientelismo político y empresas del estado repletas de personal. Pero Uruguay seguía exportanto lanas sucias (no lavada, no peinada, y menos que menos productos de lana), cueros crudos (había unas pocas y primitivas curtiembres que trabajaban solo para la industria local del calzado), y carnes sin procesar, pues el famoso frigoríco Anglo -que en sus orígenes fue Liebig y cuyo corned beef fue citado por Scott, el frustrado explorador inglés que falleció tratando de alcanzar el Polo Sur y por los soldados de la segunda guerra- iba camino al cierre y, fuera de él, creo que el Frigorífico Nacional (Frigonal) era el único que tenía capacidad exportadora.


La revolución cubana parecía ser la solución a los males que aquejaban a la república. Y de nada sirvió que el Che en 1963 hablara con los guerrilleros que le proporcionaron el carné de indentidad uruguaya que portaba al momento de su asesinato, para decirles que en Uruguay la democracia funcionaba (a pesar de las malas prácticas) y que no era necesaria una revolución.


Pero Manuel no se convenció de eso y se sumó a la tropa de intérpretes del género de protesta. Y así fue que en 1972, cuando el país pasaba por el momento más duro y ya en la antesala de la dictadura, se descolgó con el tema Ahora se trata de caminar, transformada en una especie de himno de batalla que se coreaba a voz en cuello a pesar de que el olor de la derrota ya flotaba en el aire.

Y cuando llegó la derrota, comenzó su periplo por Latinoamérica y Europa, pero no recaló en en este último continente, sino que prefirió al humilde Ecuador para pasar gran parte de su exilio.
Recuerdo que meses antes de la caída de la dictadura, el tema Ahora se trata de caminar sonaba y sonaba en todas las radios. Manuel volvió, pero más uruguayo que algunos uruguayos cuyo regreso fue apoteósico, con excepción de sus amigos y colegas, nadie supo cuándo, ni cómo, ni de dónde volvió. Y cultivando ese perfil bajo que caracteriza y maldice al 99% de los artistas uruguayos, se ubicó en la segunda o tercera fila.
Querido por toda la colectividad musical, cuando se produjo la temprana muerte de uno de los integrantes del dúo Los Zucará, compuso un tema para cuya interpretación convocó a poetas, intérpretes de canto popular, murga y rock. Y no faltó ninguno (hasta los Olimareños, que estaban separados, aparecen cantando una estrofa cada uno). Y por supuesto que nadie cobró un peso por su participación y que ese tema, por más que es bellísimo, desde el punto vista comercial no es "marketinero".
Pese a su bajo perfil, seguía vigente y dos actuaciones en la sala Zitarrosa y el teatro el Galpón han debido suspenderse. Y es que el galleguayo tenía un público fiel que le seguía a todas partes.
La muerte le sorprendió y, fiel a su perfl bajo, será enterrado en el panteón de los músicos en el cementerio más grande y más pobre de Montevideo. Pero como subtitulaba la crónica de Montevideo Portal, "Cantando vas a volver"."

DESCANSE EN PAZ

15 de mayo de 2013

Dos años del 15 M. La revolución de las plazas.

Foto de la primera manifestación del 15 M en mayo del 2011





El 15 M fue algo más que un grito de queja y rebeldía de un grupo de ciudadanos. Como en el cuento del rey que está desnudo las voces del 15 M alteraron la tranquilidad vacuna de la política española. Nadie, salvo los ciegos a la evidencia, ignoró     que la calle osaba hablar a los poderosos con el único lenguaje de la verdad. Que después el 15 M, por devoción o por necesidad, no haya cristalizado en una fuerza política autónoma es casi indiferente. La cuestión es que a partir de ese momento la agenda de la política española está marcada por una indisimulable contradicción entre los designios de los poseedores del poder institucional deseosos de mantener el tinglado y el deseo generalizado del pueblo de cambios que alteren los viejos equilibrios políticos a favor de su democratización y su limpieza.

Hasta los más paniaguados y serviles intelectuales del régimen nacido de la transición reconocen que el sistema presenta rasgos de senectud y deformación que hacen imposible el buen gobierno de un país tan complejo como el nuestro. Instituciones corruptas y debilitadas, economía maltrecha sin alternativas de futuro, desmoralización de la juventud que huye del país a buscarse la vida- un verdadero exilio mas que fuga de cerebros- y un pueblo desamparado que ve como la sociedad del bienestar construida a lo largo de mas de 30 años se desploma en una sucesión sin tregua de recortes y merma de servicios públicos.

Veo que siguen circulando los mismos lugares comunes sobre el 15 M  en los medios de comunicación. Dicen que el movimiento ha decaído, que no ha sabido transformarse en plataforma política. Otros siguen empeñados en relacionar el movimiento 15 M con montajes conspiranoicos cuando no en echarles la culpa, incluso, de la caída del gobierno socialista. Cada loco con su tema. Con lo fácil que resulta acercarse a cualquier asamblea de barrio un sábado o un domingo y ver lo que ocurre. Escuchar, enterarse, calibrar los mensajes, las acciones que se proponen, el riguroso respeto a la democracia. Pero por lo que se ve es más fácil decir tonterías o inventárselas.  

Por el hecho de nacer, por reivindicar la calle y la plaza como espacio para la política. Por su capacidad de dar nacimiento a otras muchas plataformas y mareas contagiándolas con su espíritu pionero y rebelde, solo por eso el 15 M ya ha entrado en la historia. Lo demás apenas tiene importancia. El 15 M no ha venido a salvar a nadie. El 15 M somos tu y yo, si queremos.

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