9 de noviembre de 2009

Atunes, alakranas y señores feudales

En la época de los Medina Sidonia las gentes se acercaban a Tarifa y a Zahara “a por atún y a ver al Duque”. Hoy los atuneros bajan a Somalia a por atún solamente. Pero hay veces que se encuentran con algún señor feudal que les exige un tributo. A ese tributo en los tiempos modernos le damos el nombre de secuestro. Y al señor feudal que lo exige le llamamos pirata. Ya no son los tiempos en los cuales los señores compraban el derecho a cobrar impuestos en nombre del rey y a ejercer el corso por los mares de Su Señoría.

Pero esa historia los pobres marineros, pescadores o arrantxales no la conocen. Ellos se embarcan en los atuneros por una soldada aparentemente alta y durante una campaña que dura cuatro meses. Pasan previamente por el balneario de las Seychelles. Y sus patrones les dicen que no se preocupen. Que tienen contratados unos seguros que, en caso de riesgo, les facilitarán el sustento a sus familias.

Y sus patrones, los armadores, tienen a su vez unos nuevos señores a los que servir. Los magníficos restaurantes metropolitanos que sirven el atún rojo en sus mesas. Selladito solo, por favor, vuelta y vuelta.

Y ahora la clientela del atún rojo anda revolucionada. Van pidiendo al gobierno que se apiade de los pobres marineros y que pague el impuesto de los señores de la guerra de Somalia. Que ponga en libertad a los terroristas detenidos. Ustedes saben que ambas cosas están prohibidas en España. Que nuestra legislación antiterrorista está escrita a desprecio de la compasión. Aquí tenemos presos por haber pagado rescates. Y aquí hay, o ha habido, jueces condenados por poner en libertad a presos condenados o preventivos sin las debidas garantías legales.

Aquí nos hemos hartado de decir que las víctimas no tienen derecho a marcar la agenda política. Aquí nos hemos tirado años manipulando a las asociaciones de víctimas para que sus manifestaciones públicas coincidiesen con las del partido de gobierno o de oposición del turno correspondiente

Yo solo digo que renuncio a pedir en mi restaurante preferido el atún rojo a la plancha con salsa de pimiento. Que renuncio a pedir a las familias de los pescadores que se abstengan de intervenir en política. Que no pasa nada por poner en libertad a dos presos si con ello conseguimos la libertad de nuestros conciudadanos. Pero a cambio les pido que no me hablen mas de teorías sobre como luchamos contra el terrorismo.

Y por último deseo que mañana se haya resuelto el problema. Pero el de fondo:
-que los somalíes dispongan de un estado de derecho
-que los africanos tengan acceso en condiciones privilegiadas a los recursos de una pesca sostenible. Por cierto que al final pongo un video en el que el asunto de los piratas se ve de una forma distinta. Siempre hay muchos puntos de vista para cada cosa.
-que se acaben las campañas de pesca depredadoras de las flotas españolas, coreanas y japonesas.
- y por encima de todo cuando los patrones de pesca españoles hablen por la radio nunca digan “han llevado a tierra a dos españoles y a un vasco”.

He dicho


Y he aquí el video del que hablaba


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Angel,
Una vez más firmaría todo lo que apuntas en esta entrada. Desgraciadamente para ciertas cosas y en ciertos casos a veces cuesta trabajo hacer pública la opinión cuando no es la "correcta", ya que enseguida eres acusado de insolidario, antipatriota, egoista, etc. Pero queda claro que todo discurso depende del interés particular que lo dicta. Y a la hora de reflexionar, en la mayoría de los casos, lo que destaca es la falta de inteligencia y un gregarismo intelectual que da miedo.
En fin, que se solucione todo cuanto antes y que seamos todos un poco más felices y mejores personas...
Un saludo,
Enrique.

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