Foto tomada de la colección en Flick del PSOE de Andalucía. Licencia CC
“En el 96 nos ganaban por catorce puntos y nos faltó un telediario para
ganar las elecciones”. Felipe González en la Conferencia Política del PSOE.
1 de Octubre de 2011.
Los teóricos y expertos en materia electoral no logran
ponerse de acuerdo sobre la importancia de las campañas electorales a la hora
de definir el resultado de las elecciones. Unos ponen el acento en las
dinámicas previas y desprecian la influencia de los periodos electorales.
Otros, acaso más dependientes en términos profesionales del reparto del gasto
de última hora, nos hablan de unas sociedades y unos electores lo
suficientemente flexibles como para definir su voto en el último minuto.
Puede que tengan razón o razones las dos escuelas y que cada
coyuntura, cada episodio electoral, venga influido en mayor o menor medida por
el peso inercial de la opinión pública subyacente o por las emociones de última
hora que sean capaces de despertar las acciones promocionales de los diferentes
candidatos. O los errores que también cuentan.
En el caso de las próximas elecciones la marea de fondo
parece indicarnos que el pescado está vendido y que lo más seguro es
pronosticar el triunfo del PP. Mas dudas, muchas más dudas, hay sobre la
capacidad de Rubalcaba para recortar la enorme brecha que todos las encuestas
anticipan.
Existe en marketing un viejo principio que todavía nadie se
ha molestado en desmentir y que reza más o menos que para la venta es necesario
concentrar el discurso comercial en una única proposición. Uno diría que para
la política las cosas funcionan de la misma forma. Creo que la campaña del PSOE
se irá configurando en torno a tres mensajes sucesivos:
-el inquebrantable compromiso con
el estado social. Defensa de la sanidad y de la educación pública como seña de
identidad de los socialistas.
-la tragedia que supondría- al
entender de los socialistas- una mayoría absoluta del PP. Con un PP suelto y
libre el destrozo del frágil equilibrio político español está garantizado.
-y por último la gran pregunta:
¿ustedes están seguros de que un gobierno presidido por Rajoy estará en
condiciones de enfrentarse al reto de una crisis de grandes proporciones como
se anticipa? ¿Ustedes se fían de un hombre tan poco decidido, tan amigo de guardar
los problemas en el cajón?
Conociendo las capacidades de Rubalcaba para colar mensajes
con frases simples y golosas doy por supuesto que el PSOE va a ir a por todas. Claro
está que estos argumentos pueden ser desmontados con cierta contundencia por un
PP activo y prevenido.
Ahora la pregunta está en si el PP quiere hacer una campaña
pugilística o si prefiere el paseo triunfal que le auguran las encuestas. Si trata
de “pasar” de Rubalcaba haciéndole de menos y no entrando en el terreno que
éste les marque o si en prueba de su propia seguridad y con toda la
tranquilidad del mundo le replica una a una todas sus propuestas y demandas.
Puede que en ese detalle radique la fuerza y el interés de
la campaña y como consecuencia de ello una alta participación que pueda
compensar las actuales diferencias hasta un mínimo que lleve al PSOE a volver a
utilizar la tontería aquella de la derrota dulce. Creo que tendremos una posible
idea del posible comportamiento de los contendientes y de sus estilos de
campaña si se logra pactar unos debates cara a cara sin trampa ni cartón entre
los candidatos.
En cualquiera de los casos creo que la derrota del PSOE está
asegurada pero que ese simple hecho hará que muchos no quieran sentirse
cómplices del estropicio y acudan, en este caso, a votar en auxilio del
perdedor tal como ocurrió en el 96.
Veremos. ¿Ustedes que opinan?
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1 comentario:
hola angel,
si veo lo que han hecho los del PP en
Baleares prefiero el PSOE.
un saludo
bernardo
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