Los acontecimientos de la Plaza de Lavapiés marcan un hito en las acciones del movimiento 15 M
Mientras el PSOE pone a tope la maquinaria del marketing
electoral a favor de Alfredo o de Rubalcaba, que no acaban de decidirlo, los
indignados del 15 M cabalgan con bríos renovados y lanzan constantes propuestas
e iniciativas desde las plataformas locales como las manifestaciones
de Lavapiés contra los controles de inmigrantes o la muy audaz de crear un puente
humano sobre el Puente de los Santos que une Galicia y Asturias para
celebrar la llegada a Madrid de las columnas de caminantes procedentes de todos
los rincones de la península.
Lo de Rubalcaba, marca comercial que será seguramente la
adoptada, aporta ya que no lozanía y frescura juvenil, evidentes capacidades de
maniobra. Precisamente lo mas odiado por el clamor público antipartidista. No
seré yo quien desvele secretos de polichinela si informo sobre el papel de
Rubalcaba en los compases iniciales de la transición democrática española en
Madrid. A finales de los 70 y principios de los 80 Rubalcaba era un genio en la
sombra del partido socialista madrileño ocupado en captar para el partido, muy
escaso todavía de militantes, a personas procedentes de los partidos a la
izquierda del PSOE, especialmente gentes del PCE. La labor de zapa tuvo sus
resultados. Al mismo tiempo Rubalcaba estaba labrando su futuro político a
largo plazo creando relaciones de amistad con determinados círculos del poder
editorial, especialmente del grupo PRISA. Y por supuesto que organizando en su
entorno un grupo de afinidad personal muy restringido y caracterizado por su
discreción. Nadie duda que Rubalcaba es la persona que cuenta con los mejores
argumentos para intentar frenar la deriva electoral. En su última etapa como
Ministro de Interior y portavoz del gobierno ha sabido crearse una imagen de
político brillante y eficaz a la que ha contribuido con su torpeza la derecha y
la prensa de derechas otorgando a nuestro amigo un aroma de leyenda histórica comparándolo con Fouché
nada menos.
En resumen, Rubalcaba por activa, por pasiva y por su larga
y propia historia es la imagen mas representativa de la forma mas negativa de entender la política según los indignados
de nuestros días. Por eso ahora quieren crear para él una imagen de político
que escucha y que dialoga. Difícil tarea para la que no les arriendo las
ganancias
Mientras tanto, ya digo, los chicos y chicas del 15 siguen
imperturbables en su larga marcha. Al multiplicar sus sedes han puesto en
marcha un tsunami político colosal. Primero porque en los barrios y pueblos al
movimiento le va a ser difícil sustraerse de las reivindicaciones inmediatas de
los ciudadanos y eso supone siempre un baño de realidad que atenúa los perfiles
utopistas con los que el movimiento ha nacido. Línea de masas que decíamos los
viejos marxistas. Pero en segundo lugar el movimiento 15M observará que son
muchos los movimientos ya existentes, mucho el tejido político organizado en
España en torno a miles de asociaciones y grupos de acción. Se darán cuenta que
no están solos. Que a su lado están otros muchos que a lo mejor no han
contribuido a dar a luz al movimiento pero que tienen ya lanzados sus mensajes,
construidas sus referencias. Me refiero por ejemplo a la
decisión de la Asamblea de Chamberí de sumarse a la campaña de la Plataforma
contra la privatización del agua de la Comunidad de Madrid. Esa decisión
altera y pone en cuestión el principio de no contaminación con los partidos
políticos.
Los partidos políticos ya estaban ahí. Y no todo en ellos es
gestión parlamentaria y reparto institucional. Aunque muchas veces lo parezca.
Cuando los bárbaros del norte cruzaron el limes también tuvieron que tener en
cuenta a las instituciones que los romanos habían creado a lo largo de siglos. No
todo fue llegar y besar el santo.
Los bárbaros de Kavafis…no me resisto a copiarlo- dedicado
por cierto a mi amigo Eduardo-:
Esperando a los bárbaros - por Konstantinos Kavafis
¿Qué esperamos agrupados en la plaza?
Hoy llegan los bárbaros.
¿Por qué inactivo está el Senado
e inmóviles los senadores no legislan?
Porque hoy llegan los bárbaros.
¿Qué leyes votarán los senadores?
Cuando los bárbaros lleguen darán la ley.
¿Por qué nuestro emperador dejó su lecho al alba,
y en la puerta mayor espera ahora sentado
en su alto trono, coronado y solemne?
Porque hoy llegan los bárbaros.
Nuestro emperador aguarda para recibir
a su jefe. Al que hará entrega
de un largo pergamino. En él
escritas hay muchas dignidades y títulos.
¿Por qué nuestros dos cónsules y los pretores visten
sus rojas togas, de finos brocados;
y lucen brazaletes de amatistas,
y refulgentes anillos de esmeraldas espléndidas?
¿Por qué ostentan bastones maravillosamente cincelados
en oro y plata, signos de su poder?
Porque hoy llegan los bárbaros;
y todas esas cosas deslumbran a los bárbaros.
¿Por qué no acuden como siempre nuestros ilustres oradores
a brindarnos el chorro feliz de su elocuencia?
Porque hoy llegan los bárbaros
que odian la retórica y los largos discursos.
¿Por qué de pronto esa inquietud
y movimiento? (Cuánta gravedad en los rostros.)
¿Por qué vacía la multitud calles y plazas,
y sombría regresa a sus moradas?
Porque la noche cae y no llegan los bárbaros.
Y gente venida desde la frontera
afirma que ya no hay bárbaros.
¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros?
Quizá ellos fueran una solución después de todo.
Konstantinos Kavafis (1863-1933), poeta griego.
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