8 de abril de 2010

Garzón. Justicia o ajuste de cuentas.

A estas horas cientos de personas se congregan delante de la Audiencia Nacional para protestar por el procesamiento del juez Garzón. Gentes de todas las clases sociales. La mayoría de cierta edad.

Creo que hay suficientes elementos de juicio para conocer de que va el asunto. El juez se ha ganado a lo largo de muchos años la suficiente cantidad de enemigos como para conseguir que una coalición de damnificados por sus acciones se hayan coaligado para cepillárselo.

Tendremos que ser otros muchos los que nos conjuremos para evitarlo. No está tan sobrada la justicia en nuestro país de profesionales independientes y honestos. Con el procesamiento de Garzón muchos serán los que concluyan que aquella operación de la transición no fue el resultado de un pacto político emanado de la voluntad del pueblo. Como sabemos o creemos, por lo menos las gentes de nuestra generación, que aquello fue lo mejor que nos pudo pasar yo reivindico los sanos orígenes de nuestra democracia. Nada digo de su calidad. Solo digo que si de aquella anmistía se deduce el total olvido de nuestra historia y la impunidad de los crímenes del franquismo nuestra democracia no será tal democracia y no merecerá la pena ni siquiera el simple hecho de votar.

Como yo no quiero eso para mí ni para mis conciudadanos es por ello que estaré ante la Audiencia Nacional o ante el Tribunal Supremo o ante el CGPJ tantas veces como haga falta. Hasta que la razón se imponga o hasta que la desmemoria se apropie de nuestras instituciones.

Y nada mas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pocas veces hemos llegado en España a un límite tan claro para decidir de una vez si nos conformamos con la democracia que tenemos o si queremos darle un impulso de verdad que la haga fuerte e inequívoca. Que los descendientes de los culpables de que se desencadenase una guerra civil en España denuncien a un juez por investigar sus crímenes durante la dictadura que siguió a su triunfo, y que su denuncia tenga visos de acabar con la carrera de ese juez, es tan lamentable que debemos oponernos con toda nuestra fuerza y dejar en evidencia a los que por espureos interesés personales no les importa dar la razón a unos falangistas y a todos los que están detrás, y que sin serlo, se beneficiarán de la caída del juez.
Penoso.

Ángel de Olavide dijo...

Gracias Miguel Ángel por decir a las claras lo que yo no soy capaz de hacer por torpeza. Tengo la sensación de que con este envite relacionado con el juez Garzón nos estamos jugando el sentido de nuestra historia reciente. Y que me extraña que muchas gentes demócratas no se acaben de percatar del sentido de las cosas. Que se estén fijando en aspectos formales y técnicos del pleito que se traen los magistrados del Supremo y la instrucción del juez de la AN en vez del significado profundo y simbólico que todo esto tiene. La justicia no es solamente la interpretación de códigos, es también y fundamentalmente sentido de los tiempos y de la ética histórica.

Que pena y que peligro.

Daniel Lobo dijo...

Amén a posteador y comentarista.
Ojalá esta fuera una oportunidad para terminar la "dichosa" transición aunque yo me conformaría que fuera, con y a pesar de Garzón (pues aunque no sea necesariamente fan también creo que el caso va mucho más allá de él), un paso en esa dirección. En cualquier caso menudo aquelarre, bueno, menuda caza de brujas...
Saludos,
Daniel

Francisco Torrents dijo...

Yo tambilen estoy profundamente disgustado por la forma que están tratando a éste juez que quiere impartir JOSTICIA en un tema que no deberíamos olvidar nunca y que nuestra democracia tampoco se esfuerza en limiar

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