Nicolás Redondo, el padre del que va a ser lendakari (corrección: por alguna razón se me fue el santo al cielo y confundí a Nicolas Redondo Terreros con Patxi Lopez, hijo de Lalo Lopez, compañero de partido y candidato que fue en las anteriores elecciones vascas; a su vez sus padres fueron compañeros de lucha socialista), fue trabajador de La Naval de Sestao. En numerosas ocasiones fue detenido y encarcelado por encabezar las luchas obreras del legendario astillero. Le acompañaban en el combate sindical cientos de trabajadores de todas las tendencias políticas: comunistas, católicos, libertarios, etc.
Hoy, en el año 2009, los trabajadores españoles de La Naval han decidido manifestarse e ir a la huelga para impedir que otros trabajadores, en este caso extranjeros, puedan ser contratados por el astillero.
Si este acontecimiento hubiera ocurrido en, pongamos por caso, una empresa de servicios con trabajadores sin tradición sindical y de lucha uno hubiera pensado “normal”. Cosas de la globalización. Pero que esto ocurra precisamente en La Naval puede ponerte los pelos de punta.
No se la trastienda del asunto. Tenemos los antecedentes ingleses de hace pocos meses. Puede ser que los empresarios se aprovechen de la libertad de movimientos del trabajo en el interior de la UE para conseguir realizar contratos precarios de trabajadores extranjeros, con sueldos correspondientes a sus países de origen, en detrimento de los trabajadores locales. Por supuesto que en estos casos cabe la movilización y la negociación aunque solo sea para defender los intereses de esos trabajadores extranjeros.. Para eso en la Naval, precisamente en La Naval, cuentan con poderosas instituciones sindicales. Pero parar una fábrica con ese motivo pone bien a las claras la deriva del sindicalismo español.
Pienso que cuando lean esta noticia personas como Redondo, el padre, Camacho y otros de esa generación se les pondrán los pelos de punta y pensaran si ha merecido la pena tantos desvelos durante tantos años.
Hoy pasan por TV2 un documental premiado con un Goya. Es la historia de Jordi Solé Tura. Dirigida por su hijo Albert contiene una serie de entrevistas con personas que trataron a su padre. Uno de ellos es Jorge Semprún. Se interroga Semprún sobre si mereció la pena el sufrimiento de tantas gentes para alcanzar la democracia en España. Cuenta que para aquellas personas que tanto dieron por el cambio político puede que la respuesta sea negativa.
Yo en estos momentos recuerdo a esa generación. Recuerdo a Nati Camacho, a Dulce Caballero, a Rubén, a Uceda, a Paco de Leganés. A tantos y tantos jóvenes como los que conocí que entregaron la totalidad de su juventud a la lucha sindical. A los que fundaron las Comisiones Obreras Juveniles. Seguro que piensan que su lucha mereció la pena. Pero también seguro que al contemplar las escenas de La Naval que hoy nos traen las televisiones alguna que otra lágrima les caerá de dentro a fuera. O cuanto menos un apretón de labios signará algo así como “que pena”, que “tristeza”.
Hace tiempo que sé que hoy los sindicatos de clase solo defienden los intereses de los trabajadores de las grandes empresas o de los trabajadores públicos. Pero pensaba que alguna utilidad tendrían como “agentes sociales”. Utilidad en el sentido positivo, progresista. Hoy me temo, que ni eso.
Un día triste.
9 comentarios:
Por lo menos en lo que responde a la defensa de los trabajadores públicos, creo que puedo decir que en general, los sindicatos no los defienden.
Hola Antonio
Eso mismo me temía yo...
aver si te enteras esto no tiene que ver con la xenofovia alicate que eres un alicate
Parece que el conflicto de la Naval tiene muchas mas facetas de las que aparentemente ofrecen los medios de comunicación. He tenido la ocasión de leer una especie de blog, es mas bien una lista de correos, en
http://blogs.elcorreodigital.com/la-naval-en-lucha/posts
Allí se expresan los comentarios de los trabajadores "nacionales" de las contratas. Algunos de ellos con mucho tino cuentan como toda esta situación es fruto de unas prácticas empresariales consentidas por los sindicatos durante muchos años. Piensan que no se pueden consentir despidos que luego se cubran con trabajadores peor pagados. Coincide que esos trabajadores peor pagados son extranjeros. Coincide que los trabajadores de las subcontratas apenas tienen representantes sindicales. Coincide la crisis.Pero tambien coincide como algunos listos, aprovechandose de la situación tratan de colar sus mensajes racistas. Puede que algunos de ellos lo hagan con buena fe. Pero el resultado es el mismo. Si acaso algun sentimiento me queda despues de leer atentamente el blog de El Correo es que el papel de los sindicatos es deprimente. Que por su acción u omisión corremos riesgos temendos de que estas movilizaciones degeneren en episodios de ultraderecha.
En cuanto a ser un alicate, si mi amable comunicante me explica su significado, pues encantado..
Aquí, otra "Alicate" que no se lo que es , pero que coincidiendo contigo en todo, recordando a Dulce vecina de bloque compañera de tirada de panfletos en las fabricas a altas hora de la madrugada me siento también "alicata", lo de la terminación es por el genero.
Besos y gracias Angel
Hola Sonia
Ya nos enteraremos que cosa somos los alicates y las alicatas. De momento pienso que podemos pensar libremente. Seguro que los que se movilizan tienen razones y argumentos. Están invitados a que nos los cuenten.
Hace mucho tiempo que no se de Dulce ni de su hermana Mari Carmen. ¿tu sabes algo?
Un besazo, luchadora.
Hola Angel amigo.
No, no se nada, con quien si tengo contacto es con Escoli la recuerdas ?
Gracias de nuevo Angel, me encanta leerte.
besitos y salud
Pues con ese nombre no recuerdo. Ya sabes los lios que teniamos con los nom de guerre. Todavía veo a gente a las que llamo con su viejo nombre...
Vicent Navarro escribe los siguiente en El Pais del viernes 1 de Mayo, en la sección de Cartas al Director:
"La primera página de EL PAÍS del 25 de abril sorprende al lector con una nota que lee como sigue: "El primer brote de racismo en la crisis". Cuando se va al texto en página 27, resulta que es la protesta lógica y razonable de unos trabajadores españoles que se oponían a que la empresa contratara a nuevos trabajadores pagándoles un sueldo menor.
El hecho de que estos últimos no fueran españoles parece haber llevado al redactor del título a la conclusión errónea de que la causa de la oposición era la raza de los inmigrantes a los cuales se les pagaba menos. Pero nada hay en el texto que permita deducir que esta oposición fuera una expresión racista o que la raza fuera un elemento en la justa protesta de los trabajadores.
Puesto que esta situación será una constante a partir de ahora, es importante que la prensa no deforme la información añadiendo leña al fuego.
Esta situación en la que el empresariado intenta aprovechar las vulnerabilidades de los inmigrantes, ofreciéndoles menores salarios y peores condiciones de trabajo, creará gran resistencia (lógica y justa) por parte de los trabajadores españoles. La misma protesta (también lógica y justa) aparece cuando se le exige a los barrios obreros que absorban (en las escuelas y en la disponibilidad de servicios) los costes de la integración de los inmigrantes que tienen culturalmente mayores dificultades de integración.
Catalogar a estas protestas automáticamente como racistas es negar la justicia de su causa. Ni que decir tiene que esta situación es un caldo de cultivo para el racismo, aprovechado por las fuerzas xenófobas que intentan capitalizar sobre este hecho.
Ahora bien, la oposición que aquellos trabajadores de Vizcaya mostraron a que se trajeran trabajadores inmigrantes a los que se pagaba menos no puede, en sí, definirse como racista."
Estando de acuerdo con lo que escribe Navarro, no vendría mal recomendarle leer con atención el blog del correo digital que señalo en estos comentarios para que pueda interpretar algunos comentarios. Por otra parte tampoco vendría mal que sumase a sus preocupaciones y a sus deseos de clarificación algun que otro comentario sobre las prácticas de los sindicatos de clase y sobre la existencia de un mercado dual de trabajo. Claridad y precisión, de acuerdo totalmente. Pero sobre todo.
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