21 de agosto de 2011

¿Está la calavera de Goya en Ribadeo


Una de las leyendas o historias mas divertida, al tiempo que truculenta, de Ribadeo me la contaron ayer y no me he resistido a traerla al blog. Seguro que muchos de Ribadeo la conocen y la habrán escuchado en innumerables formas y variaciones.

La cosa empieza por el cuadro de arriba. Lo he captado en Internet y se encuentra reproducido en varios blogs y páginas. Se dice que corresponde al craneo de Goya y que el autor del macabro retrato fue Dionisio Fierros, el gran pintor asturiano del siglo XIX. Dionios Fierros tiene mucho que ver con Ribadeo en la medida que matrimonió con una dama de la ciudad y que dejó múltiples herederos de su obra en la misma. Hijos, nietos y bisnietos apellidados Fierros, Diaz-Fierros, Deaño y Gamallo pueblan la historia intelectual y comercial de la villa gallega y en sus casas permanece una buena parte del patrimonio del artista nacido en Ballota-Cudillero.

Se cuenta que el cuadro pertenece a la colección del museo Provincial de Zaragoza y que tiene por detrás un apunte sobre la autoría de Dionisio Fierros. No he podido comprobarlo. Se dice que el cuadro estuvo desaparecido por un tiempo hasta que un académico lo encontró en un anticuario y que una vez comprado lo donó al referido Museo. Esa historia, tan típica del género de los hallazgos de obras desaparecidas o robadas en casas abandonadas y en almacenes tampoco la he podido confirmar en fuentes ciertas. Puede ser todo verdad, verdadero en parte o totalamente una superchería. Parece que Zaragoza es una ciudad propensa a la aparición de manuscritos y originales desaparecidos como los del famoso Potocki.

El caso es que el cuadro existe, de no ser así algún ilustre investigador hubiera denunciado la feliz patraña, y eso nos lleva a la pregunta de como pudo Dionisio Fierros tener acceso al original, es decir a la calavera real de Goya.

Aquí la historia se topa con distintas versiones. Una de ellas viene a decir que por decisión de Goya su craneo fue donado a la ciencia y que sufrió disitntos avatares hasta que llegó a mano de Dionisio Fierros. Es indiferente el modo de obtener la pieza anatómica. Resulta una versión creible dada la profusión de la teoría frenológica en aquellos tiempos y la abundancia de casos en los que los craneos de los hombres ilustres han sido manipulados en los laboratorios forenses.

La otra versión es mas romantica y nos habla del joven Dionisio Fierros acompañado de un noble madrileño que le protegía en su época de formación en Madrid profanaron la tumba de Goya en Burdeos y procedieron a robar el craneo. Esa es la leyenda que corre con mas profusión por Ribadeo y es la que me contó ayer una bisnieta del pintor. Para mas detalle me dijo que en su infancia ribadense la existencia de la calavera era algo dado por seguro en su familia. Me contó otra divertida anécdota sobre la existencia en alguna de las casas familiares de un recuerdo algo escatológico del político Sagasta, pero eso es una historia para otra ocasión.
La historia no termina ahí. Está claro que en algún momento el craneo desapareció. Es ahora cuando lo mas chusco del asunto entra en juego. Unos dicen que el craneo fue usado como material anatómico en los estudios de medicina de un descendiente de Fierros. Otros que explotó en un episodio de investigación digno del profesor Frank de Copenhague: a alguien se le ocurrió medir la fuerza de expansión de los gases producidos por unos garbanzos puestos a cocer en el fondo de la calavera..

A todo esto la verdadera  historia del enterramiento de Goya sigue siendo uno de los grandes misterios necrológicos de la España negra. Traido y llevado arriba y abajo a lo largo de un periplo funerario de largos años por fin Goya descansó, sin cabeza eso si, en su tumba de San Antonio de la Florida de Madrid. Pero quien nos dice que uno de estos días no aparece el craneo en un desván del viejo Ribadeo?

No me digan que la historia no es divertida.

ACTUALIZACIÓN 16 septiembre 2012

Posteriormente a la escritura de este texto conocí que Juan Antonio Gaya Nuño, uno de los mas importantes conocedores del arte español, escribió en 1966 un libro sobre la historia del craneo de Goya. El libro se titula "La espeluznante historia de la calavera de Goya". Posteriormente, en los años 90 ese libro fue traducido al italiano. No he tenido acceso a ninguna de las dos ediciones aunque las he pedido a las redes de libros antiguos por si me lo encuentran, De todas formas hay un artículo de la revista Artes y Letras en el cual Eugenio Gallego nos relata el contenido del libro. Parece que la versión a la que Gaya da crédito es la procedente de lo que en su día le contó Dionisio Gamallo Fierros y mas o menos coincide con lo contado en mi post.
Otra pequeña aclaración. Ha quedado acreditado la existencia del cuadro de Dionisio Fierros. Está efectivamente en el Provincial de Zaragoza.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No es historia divertida,en absoluto,es simplemente verosímil. El Pintor Fierros trajo a Ribadeo. Muchos de sus cuadros a modelos vivos que no le acompañaron una vez inmortalizados, pero¿cómo inmortalizar un cráneo sin vida desde tantos años antes?No podía ser simplemente retratando su mortalidad,era preciso conservaron consigo.El único modelo que siguió al artista y que le sobrevivió como cuadro y como objeto de arte, doble y maravillosa condición que solo con el hallazgo en Ribadeo cuanto antes podrá ser definitivamente despejado,que no aclarado por la ya de por sí oscuridad del cuadro, de la profanación de la tumba bordelesa y del secreto guardado muy propio del centenario de Cunqueiro uno de cuyos personajes también inmortalizó un cráneo,hijo de una sirena, emparentada con su abuela.Hay,pues,que rastrear la genealogía goyesca y cruzaría con lacunqueirana del lado materno,creo.

Ángel de Olavide dijo...

Divertida, macabra, verosimil, truculenta. Bueno, todo esto son adjetivos que no desvirtuan en absoluto dos cosas.

La una totalmente cierta y a la vez significativa: la desaparición de la cabeza del gran pintor aragonés. No sabemos cuando, ni como aunque hay testimonios aparentemente que acreditan mas bien la hipótesis de la profanación.

La otra es la existencia de un cuadro del pintor Fierros dedicado a la calavera de Goya. Que se hiciese con el craneo auténtico del modelo o no así como la forma de obtener el mismo es materia de especulación. A mi la historia del anticuario me suena a leyenda sin embargo.

En cuanto a la desaparición del craneo me inclino por pensar que si la historia de Fierros fuera cierta posiblemente él hubiera sido el último en reconocerla. No es muy agradable pasar a la historia como un profanador de tumbas.

Tampoco me resulta creible la historia del empleo de la calavera como material de estudio anatómico. Me parece muy truculento y hasta chusco.

En cualquier caso la hipótesis de ligar la historia con la obra de Cunqueiro eso si que me parece divertido, estrambótico y apasionadamente digno de una mente romántica de la estirpe céltica..Muy de agradecer sin embargo.

Saludos a mi anónimo comunicante.

Anónimo dijo...

Fierros se quedó con la calavera y la llevó a Ribadeo para darle vida artística, en efecto,pero también por contrastarla con el resto de sus modelos que se le escaparon.Fue el único modelo realmente fiel al artista,que a su muerte quedó doblemente desconsolado, con vocación de seguir su estera por la ría de Ribadeo.Cunqueiro era nieto por parte de madre de una sirena; ambos genios se encontraron más de una vez con la Santa Compaña pero no con la abuela sirena cuya cabeza humana nunca fue enterrada;su parte pez tuvo enterramiento y traslados como el de Goya,que mi con trompetilla oía el peligroso canto de las sirenas.Sus inspiraciones fueron otras pero en el centenario de Cunqueiro de seguro que se topó con el cráneo de Goya

Ángel de Olavide dijo...

Creo que tiene razón mi amable comunicante. He explorado sobre la historia de Cunqueiro en relación con las sirenas y he encontrado un texto en el magnífico blog "La nave de los locos" muy interesante:
http://nalocos.blogspot.com/2011/03/que-saben-los-besos-de-las-sirenas.html

Anónimo dijo...

El cráneo de Goya y el de la abuela materna de Cunqueiro sobreviven, uno en los pinceles de Fierros,y el otro en la fábula, pero son dos cráneos eternos ya que siguen a sus artista por la misma senda de la Mariña lucense

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