15 de febrero de 2009

El 23 de Febrero de 1981




Esta semana acaban de estrenar en TVE una serie, a medias documental, a medias ficción, que recrea la historia del golpe de estado del 23-F.

Me gustó el trabajo de los actores y la calidad del guión desde un punto de vista cinematográfico. Se deja ver con gusto y en algunos momentos te atrapa.

Hay que tomarlo como lo que es: una hagiografía de la figura del rey de España. No es, no lo han pretendido, una crónica de los hechos desde un punto de vista histórico.

La trama dramática gira en torno a la figura del rey y de su familia. De los fantasmas familiares de los borbones y los grecias. El rey dedica mas tiempo a calmar a sus hermanas, cuñados, esposa, hijos y amigos que a redactar el famoso discurso de la tele. Tanto trabajo familiar le obliga a dejar una y otra vez la redacción de una nota que no debe ocupar en un folio ni la mitad del espacio.

Hay un malo malote que es Armada. Unos malos tontos como Tejero y Milans. Y un heroe a medias civil, a medias militar que es Sabino Fernandez Campo. y por medias una cantidad de personajes retratados levemente en los que destacan Francisco Laina y Gabeiras.

De los personajes que mas sufrieron aquella jornada: los secuestrados en el parlamento y el pueblo español, tambien secuestrado por su propio miedo, no se dice nada.

Para los muy interesados coloco el enlace a un reportaje resumen de la Cadena Ser sobre aquellos acontecimientos:
Enlace al reportaje de la Cadena Ser

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón, a mi me hizo pasar un rato agradable, tal vez porque me permitió imaginar como se desarrollaron en la Zarzuela aquellos acontecimientos, pero sobre todo por el buen trabajo de los actores y la agilidad de los dos capítulos, ahora bien, sin duda es una hagiografía del Rey, donde no se ve el sufrimiento de los diputados ni del pueblo español temeroso y convencido de que de nuevo nos mandaban a las tinieblas. Alguien podría decir que éste un argumento para otra película, es cierto, como también lo es que esa noche nadie hizo nada por oponerse en la calle a los golpistas, nadie salió a la calle a protestar, todo el mundo pareció ocultarse, incluso los partidos y sindicatos optaron por poner a buen recaudo archivos y documentos. Aquel día es verdad que la labor del Rey fue fundamental para parar el golpe, pero apenas sabemos más de los intríngulis, solo del resultado, y con eso nos conformamos, y bien está, pues fue una verdadera vacuna para los militares. Y sin embargo, todo esto me rechina, pues responde un poco a esa tópica e interesada teoría de que solo el Rey salvó a España, o de que la transición se hizo gracias al monarca y a Suarez, como si el pueblo español no hubiese hecho nada, como si no hubiese presionado constantemente para acaba con los restos del franquismo y pagado con represiones, cárceles y también muertos en esos inciertos años tras la muerte del dictador sangriento. Es cierto que el papel del rey fue importantisimo en la transición, y definitivo para frenar a los militares el 23F, estoy de acuerdo, pero si el pueblo español no se hubiese manifestado continua y claramente a favor de la democracia, y no lo hubiese pagado con creces, no sabemos que hubiese hecho el Rey. Sí, acompañó esos deseos, y con hacerlo ya hizo mucho, pero ni mucho menos todo. Dicho todo esto, me gusto la serie, y reconozco el papel del Rey esa noche.

Ángel de Olavide dijo...

Participo de todo lo que comentas, Miguel Ángel.
Si acaso solo faltaría remarcar la importancia de los medios de comunicación, especialmente de la Cadena Ser- al encontrar ese enlace de la reproducción del sondo de la SER, de lo que se llamó la noche de los transistores, he creido que publicar sobre el tema tenía sentido- y del diario El Pais que con su emisión en directo y con sus ediciones especiales generaron una cierta sensación de que las cosas no estaban decididas.
Creo que la información de lo que pasó realmente está todavía por escribirse pero mas o menos tenemos un dibujo de como "pudieron" ser las cosas. Como el entorno de la casa real movió a ciertos sectores a creerse que las cosas exigian un golpe. Y como el rey, en el último minuto, tomó conciencia de que ese no era el camino. Que las imagenes que se vieron, que los sonidos que se registraron no permitían dar luz verde al golpe so pena de destruir por siempre la imagen de la monarquia. De alguna forma la película avala esta teoria, cuando se pone tanto énfasis en poner en la boca del rey tanto "perdona Sabino por no haber creido en ti cuando me ponias en guardia con respecto a Armada".
Gracias Miguel Angel por tus comentarios.

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