Viajar por el Bearn francés es como hacerlo en un Parque Temático donde los carteles te van indicando las atracciones de la forma mas rentable para los propietarios del Parque. El modelo turístico bearnés, y por extensión el francés, tan valorado por todos los expertos en la materia, pretende otorgar al territorio todos los atributos posibles que sumen atractivos para los viajeros. Al atractivo paisajístico, en especial los espacios pirenaicos y los ríos, añaden los valores culturales e históricos propios del Bearn pero también los vascos, mas los aquitanos-sean estos los que sean- e incluso los navarros en un totum revolutum que a cualquier visitante incauto pueden llegar a trastornar. Como lector de Pierre Bourdieu y sus libros sobre sociología rural uno conoce la crisis de la economía tradicional del Bearn en los años sesenta y su impacto sobre las formas de vida tradicionales en esta pequeña región pirenaica francesa. En sus historias sobre el mayorazgo bearnés y la crisis de la institución matrimonial en el Bearn se descubría el paralelismo con otras regiones españolas como las del Alto Aragón- por cierto con las que el Bearn comparte otros muchos valores incluyendo los lingüísticos-. Lo que no conocía hasta el presente era la “salida” de la crisis mediante la extensión del fenómeno turístico y todo lo asociado al mismo. Hoy está de moda pensar en que la aplicación de un modelo parecido puede ser la alternativa a comunidades autónomas españolas como Asturias. Pues ojo con el asunto porque primero el modelo francés es bastante mas que el incentivo del fenómeno de las casas rurales como en algunos casos parece creerse en España. El modelo incluye una promoción de la pequeña empresa agraria y ganadera convirtiéndola en productora de “delicatessen” gastronómicas pero también de las pequeñas empresas productoras de artesanía y de los artesanos independientes. En esa clave está parte de la salida. También se ve el interés de los habitantes por el cuidado del patrimonio natural. Es fácil ver la instalación de “puntos verdes” a la salida de cualquier pueblo por pequeño que sea. Comparando con los vertederos incontrolados que contemplamos en prácticamente todos los pueblos de España tenemos las claves de todo lo que nos queda por hacer. Pero en segundo lugar creo que existen unos elementos culturales que hacen mas o menos viable el éxito en la empresa. Me refiero a la suma de atractivos de todo el paquete turístico. Creo que en España y en las regiones como Asturias se tiene excesiva tendencia a concentrar el esfuerzo del marketing en pocos valores. Aun a riesgo de equivocarme en la idea puede que sea preferible hablar de conceptos territoriales mas amplios que los locales y los autonómicos y no tanto los de crear y promocionar en exclusiva valores muy específicos. Viajar por el Bearn este verano me ha dado ciertas claves. No por casualidad elijo como foto que acompaña a este comentario la del balneario de Salies de Bearn que yo me permito titular como “primera sucursal de la mezquita de Córdoba en Francia”. Aunque claro, como diría un amigo mío, “fae falta talento” para combinar.
2 comentarios:
Es muy interesante la reflexión que planteas. Parece una apuesta por el turismo que se adapta al entorno, una especie de "turismo amable" o "turismo compasivo" con el lugar. Creo que además, viéndolo en términos económicos, es la manera de diferenciarse de otros lugares. Si en Asturias nos dedicamos a replicar el modelo imperante, probablemente nos quedaremos sin tierra, sin esencia... y sin éxito.
La relación entre el Bearn y Asturias me vino al darme cuenta que el plato gastronomico "nacional" bearnes llamado "gabure" es exactamente el pote asturiano- la unica variación es que la gabure incluye confit de pato. Tambien es curioso como el Bearn ha estado rodeado e incluido en un conjunto de "paises" importantes a los que ha aportado parte de su cultura pero de los que ha recibido tambien influencias. Por ahi venia mi reflexión, si es que la cosa merece tal calificativo. Pensaba por ejemplo en el modelo empresarial vasco tan exitoso a pesar de todos los conflictos y con tanta capacidad de adaptación. Pensaba en el cariño con el que los cantabros cuidan sus entornos y su patrimonio "domestico". Pensaba en la excesiva confianza de la politica oficial asturiana en el turismo como motor de desarrollo. Y en lo dificil que es ese camino y los años que lleva....
Publicar un comentario