Y por eso nos vamos. A Deba, a Ribadeo, a San Juan. Disfrutar del sol, de la arena en los fondillos del pantalón, del picante sabor a sal de la ropa.
De vez en cuando volveremos a Madrid, a ocuparnos de las cosas de todo el año. Pero nuestra mente vagará libremente por la orilla del mar. Nuestro cuerpo glorioso disfrutará mientras corre de la brisa de la mañana.
Esta semana se ha iniciado el programa. Unos días en Deba, con el tiempo fresco. En una Deba desconocida por su tranquilidad como si todo el pueblo estuviese cargado de orfidales y durmiendo la siesta. Disfrutando de la comida del Calvetón, de las sardinas del chiringuito de la playa. Y charlando con los amigos de los tiempos que se empiezan a vivir en Euskadi. De lo difícil que va a ser para todos iniciar una nueva vía en la que el enemigo de siempre pasará a ser tu vecino, solo eso. En la que la vida política se expresará a ritmos de campañas electorales como en cualquier otro país y donde nadie será más que nadie, ni por la influencia de las armas ni por los privilegios de la sangre derramada por otras generaciones. Ojalá. Suerte. Zorte ona.
CASA FUNDADA EN EL 2005. Me dicen que si no tienes un blog no existes. No es que tenga muchas ganas de existir en este mundo sutil de los blogs pero tampoco quiero quedar como un ser extravagante.
6 de julio de 2006
Vaya, vaya, aquí no hay playa
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1 comentario:
Muy buen verano... A ver si tenemos la oportunidad de vernos en Ribadeo o Figueras... Yo estaré por ahí en Agosto!
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